«Queremos que sea una ciudad de las oportunidades para los jóvenes, para las mujeres y los divorciados de Madrid. Tal vez sea la única discriminación positiva que haremos con los hombres», bromeaba en el parque de Entrevías, con un frío de justicia, mientras los voluntarios se peleaban con los carteles preelectorales para que no saliesen volando.

El candidato socialista ahondó un poco en su proyecto de los últimos días. Si se hace con la Alcaldía, tiene la intención de ceder las 100 hectáreas de el Abroñigal a la iniciativa privada para que construyan allí los pisos. Su idea es cerrar un alquiler asequible para los pisos de esa zona, renta que no dio a conocer, por lo que sacará a concurso el proyecto. Es decir, que aquel que ofrezca las mejores condiciones y se ajuste al precio de alquiler por vivienda que fije el Consistorio se llevará el gato al agua. Pero no piensen que se trata de una cesión gratuita, ya que pasados 25 o 30 años los terrenos volverán a ser de propiedad del Ayuntamiento.

Por aquello de que las comparaciones son odiosas, Sebastián no pudo evitar meter el dedo en el ojo a su rival, Alberto Ruiz-Gallardón al aclarar que «no se trata de una actuación faraónica», ya que su intención es «crear un tejido urbano en uno de los distritos más deprimidos de la capital. Es la tercera renta per capita más baja de la Comunidad, incluidos los pueblos», dijo. Por su parte, Gabriel del Puerto, presidente de la asociación de vecinos El Pozo, no quiso cambiarle el paso al candidato y se mostró satisfecho por el proyecto. El motivo es que, según su opinión, los vecinos de Entrevías viven «en una especie de gueto, un fondo de saco donde no hay salida ni económica ni cultural ni de nada».

Hay que recordar que los terrenos que Sebastián pone en liza son del Ministerio de Fomento. Preguntado sobre la opinión de la ministra, Magdalena Alvarez, al respecto, dijo que se ha reunido varias veces con ella para discutir el plan. Calificó el debate abierto por Gallardón de construir allí un apeadero para el AVE de «absurdo».

El frío y el viento hacía que la mañana no diese para mucho más. Eso sí, el aspirante socialista a la Casa de la Villa se subió al autobús de los medios y recorrió el interior del puerto seco. No pudo evitar, como buen candidato, inmortalizar el momento junto a los contenedores apilados. El Abroñigal tiene, en la actualidad, capacidad para albergar 3.000 contenedores y cuenta con 14 vías ferroviarias. Por esta mini ciudad para jóvenes y divorciados pasará el tranvía proyectado por Sebastián.