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El intento de suprimir la crítica no la extingue: la aparta por canales subterráneos (L. R. Hart) |
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IMPRESIONES |
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La gran reivindicación de la sociedad civil de un gran aeropuerto |
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El aula magna del IESE, en la exclusiva avenida Pearson de Barcelona, se llenó hasta la bandera. Cerca de 1.000 personas que, en una manifestación o en cualquier acto reivindicativo sería una asistencia exigua, pero que, cuando se trata de citar a la flor y nata de la elite económica y empresarial de Cataluña, que prefiere la denominación de sociedad civil, es un auténtico éxito de convocatoria.El programa en sí no aportó novedad alguna, y nadie esperaba que lo hiciera. Los ponentes, el catedrático de Economía Aplicada de la Universitat de Barcelona y socialista de pro, Germà Bel, uno de los más internacionales de los economistas catalanes; el profesor Andreu Mas-Colell, cabeza visible del clan de los minnessotos, los profesores catalanes que llamaron la atención de las universidades norteamericanas, y ex conseller de CiU, y la salsa de cualquier sarao burgués, el polifacético Pedro Nueno, profesor del IESE, consultor de infinidad de empresas y antiguo profesor de Harvard. Los tres expusieron la tesis de que Barcelona necesita un gran aeropuerto internacional e intercontinental.Algo que los asistentes se han cansado de reclamar por activa y por pasiva. Pero el mensaje de la convocatoria de ayer no iba dirigido a la sociedad catalana ni era un acto reivindicativo.La sociedad civil recordaba al Gobierno que en los años 60, cuando apenas había Estado, ellos sufragaron las infraestructuras necesarias para el crecimiento económico de Cataluña, algo que redundaría en el crecimiento económico de toda España. En definitiva, que invertir en el aeropuerto de Barcelona y dotar a Cataluña de infraestructuras, lejos de alimentar el secesionismo, no hace otra cosa que reforzar económicamente a España.
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