CAROL ALVAREZ
BARCELONA.-
A la primera víctima, de 83 años, la estranguló valiéndose de un tapete de ganchillo. A la segunda, también anciana, la abordó en su casa y la asfixió con una toalla. Mató de la misma forma a una cuarta mujer. Considera el juez de instrucción que existen «indicios racionales suficientes» de que Remedios Sánchez Sánchez fue la autora de estos tres crímenes, que acompañó de robos de efectos de diverso valor, y de cinco intentos de asesinatos más, así como otros cuatro robos y un quinto en tentativa.
El juez de instrucción número 16 de Barcelona comunicó ayer a la imputada los cargos que pesan contra ella, por hechos cometidos entre los meses de junio y julio de 2006. En cambio, el auto considera que no existen «indicios racionales sólidos suficientes» para imputar a Remedios Sánchez la muerte de otra mujer de 84 años, que falleció el 27 de junio de 2006 en su domicilio «por causas naturales según conclusiones médico-forenses» y «sin que de las actuaciones practicadas resulten otros indicios lógicos que permitieran atribuir a la imputada intervención previa de cualquier clase».
El magistrado también le obliga a pagar 841.500 euros de fianza para hacer frente a las responsabilidades pecuniarias que pudieran derivarse de sus crímenes.
El auto afirma que la imputada presenta «intactas» sus capacidades cognitivo volitivas, según el informe pericial psiquiátrico realizado durante la instrucción y que asegura que la presunta asesina en serie de ancianas de Barcelona «no presenta signos de enfermedad mental activa» y que su personalidad está «libre de patología», lo que significa que no padece ningún trastorno mental y que no existen indicios de que los haya sufrido.
La mujer, que será juzgada por la Audiencia de Barcelona, considera que la procesada actuó con un modus operandi similar: Sus víctimas eran ancianas que abordaba cuando estaban solas, se dirigía a ellas amigablemente y se interesaba por su situación.
Tras ganarse su confianza, accedía a sus domicilios y aprovechaba su vulnerabilidad para atacarlas con violencia hasta matarlas y luego robar algunos efectos de valor que había en su casa, como joyas, relojes y dinero. De hecho, las joyas que presuntamente robó Remedios en el domicilio de su primera víctima, Josefa C.V., de 83 años, el 10 de junio de 2006, aparecieron en el registro practicado en su casa, al igual que algunos efectos que habían pertenecido a su tercera víctima, de 76 años y asesinada el 2 de julio.
La presunta asesina fue detenida por los Mossos después de una ardua investigación en la que también participaron agentes de la Guardia Urbana, en busca de una mujer de sus características físicas cuyo retrato se había obtenido de la filmación de una cámara de seguridad situada cerca del domicilio de una de sus víctimas. Al sobrevivir, la víctima pudo dar señas para identificarla, se relacionó así con otras muertes similares, y finalmente se puso fin a una carrera delictiva que no parecía tener fin.
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