Viernes, 23 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6305.
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Leipzig, despegue catalán entre la nieve
«¿Estarán todos los autores que escriben en catalán en Frankfurt? Por suerte, no. Son demasiados», explica Bargalló
LLUCIA RAMIS. Enviada especial

LEIPZIG.- El calentamiento global se olvida de Leipzig cada primavera, y aunque hace una semana sacaron la manga corta del armario, ayer nevó. En un restaurante del centro, es fácil compartir mesa con un bibliotecario romanista que reconoce el catalán con oírlo.Dice que lo sabe leer porque «es casi igual que el francés».Y hasta se refiere con admiración a Llull. Al filósofo, claro.Ignora en qué consiste la institución que lleva el mismo nombre, y también que participe en la Feria del Libro de Leipzig.

A un par de manzanas del restaurante, se levanta la mayor librería de la ciudad, la Hugendubel, y en sus estanterías, Emili Rosales, con Tiepolo und die Unsichtbare Stadt; también Albert Sánchez Piñol, cuya traducción data de 2005. La pell freda recibe el título de Im Rausch der Stille. También, un ejemplar en castellano bajo el epígrafe de Literatura Española; junto a Vargas Llosa, García Márquez y Javier Marías.

García Márquez, igual que Carlos Ruíz Zafón, cuenta con un lugar destacado en los mostradores, no sólo de la Hugendubel, también de otras muchas librerías alemanas. Por eso no resulta extraño que ayer, durante la presentación del IRL en la Feria del Libro de Leipzig, el director de la entidad, Josep Bargalló, dijera que los bestsellers de la cultura catalana estarán en la Feria de Frankfurt. Escriban o no en catalán. A Ruíz Zafón lo avala su lugar de nacimiento; al autor de Cien años de soledad, el lugar donde lo descubrieron.

Preguntar por la lista de autores invitados al encuentro editorial más importante de Europa resulta en vano. El ex conseller no se cansa de repetir que estos datos no se harán públicos hasta el 13 de junio, y que, de todos modos, «éste es un debate que sólo existe en algunos medios de comunicación, pero no en la calle ni mucho menos en la cultura». Como ejemplo, Bargalló recordó ayer los convenios que el IRL ha firmado con el Institut d'Estudis Baleàrics, el Gobierno de Andorra y el Ayuntamiento de Perpiñán; todavía está pendiente un acuerdo con el Alguer y con la red de universidades en las que se hable en catalán. Si Perpiñán y el Alguer se apuntan la expedición de Frankfurt de la mano del IRL, «el debate sobre el catalán y el castellano tendría que extenderse a otras lenguas», según el director. Que remató: «No vale la pena profundizar en lo absurdo». «Si la pregunta es: ¿Estarán todos los autores que escriben en catalán en Frankfurt?, la respuesta es: Por suerte, no», añadió Bargalló. «Son demasiados, lo que dice mucho a favor de la creación literaria en esta lengua».

Aun ubicada a las afueras de la ciudad, y pese a que ésta sólo tiene medio millón de habitantes, la afluencia a la Feria de Leipzig es envidiable. Cuatro pabellones llenos de gente, libros, y gente interesada en los libros, se comunican en una sala central sobre cuya bóveda se acumula la nieve. El stand del Llull está adjunto al de la Feria de Frankfurt, y pueden verse algunos carteles con la bailarina halterofílica que diseñó Miquel Barceló en el pabellón número 4. Pero sólo allí. Y en un par escaso de paredes.

De modo que, más que una carta de presentación, la presencia de la literatura catalana en Leipzig puede interpretarse como pistoletazo de salida en la carrera hacia Frankfurt. Alemania tiene hasta octubre para ir acostumbrándose al accent obert.Para ello, se han organizado una serie de actos en los que (aquí sí) participan autores con nombre propio. Anoche, el poeta Joan Margarit hizo un recital poético en el teatro Schille con la participación del saxofonista Perico Sambeat, el contrabajo Rai Ferrer y Xavier Monge al piano. «Pocos países tienen tanta gente importante en el siglo XX como Cataluña», había clamado Bargalló por la mañana. Y ésta era una prueba.

Una lectura dramatizada en alemán de Kampf. Landschaft Danach (Combat), de Carles Batlle, y un coloquio sobre Pla, Dalí y Gaudí, completaron el programa de ayer, día inaugural de la Feria. Empar Moliner, Montserrat Abelló, Enric Sòria, Miquel de Palol, Maria Barbal y Eduard Márquez, así como Núria Martínez, Carles Rebassa y (cómo no) el propio Rosales, toman el relevo y también intentarán darse a conocer entre hoy y el 25 de marzo.


'Tirant', Rodoreda y la mujer de Boos

Quienes estuvieron en la Frankfurt en octubre, tuvieron ayer sensación de 'déjà vu'. El 'stand' del Ramon Llull era casi igual al de la otra vez; el director del Llull ha cambiado, pero no así la comisaria de la cultura catalana, Anna Soler-Pont; también siguen el presidente del Gremi d'Editors, Antoni Comas, y el director de los editores en lengua catalana, Lluís Pagés. Estos ayer daban la bienvenida a los 'nuevos', entre ellos, Gabriel Janer Manila, presidente del Institut d'Estudis Baleàrics ganador del último premio Ramon Llull.

El director de la feria de Frankfurt, Juergen Boos, insistía ayer en que la cultura catalana «lo reúne todo», y que por eso es su invitada de honor. De hecho, confesó que una de las cosas que más ilusión le hace es la fiesta Sónar, que irá acompañada de una muestra gastronómica. En lo que respecta a los libros, Boos aseguró haber leído el primer tomo de 'Tirant lo Blanc'; también explicó que su interpretación de 'La plaça del diamant' difiere mucho de la de su mujer. Y confesó: aún no ha aprendido catalán.

Quien sí habló 'clar i català' fue Bargalló; aunque apenas dijo nada que no hubiera dicho antes. Más pendiente de Frankfurt que de Leipzig, el director del IRL explicó que aquélla es una feria editorial, y Cataluña tiene la industria editorial más potente de España. Responsable de la publicación de 31.000 libros en 2006 -8.000 en catalán- «esta industria no tendría una identificación propia si no fuera por la lengua catalana». Por eso, en Frankfurt explicarán en qué consiste esta identidad común; y darán a conocer la historia editorial catalanay las traducciones de la obra escrita en la lengua de Pla para internacionalizarla.

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