Q. A.
MADRID.-
En una muy publicitada presentación planetaria por videoconferencia -aunque tan vacua como suelen-, los Rolling Stones presentaron por boca de su jefe y front man Mick Jagger las nuevas fechas de la gira que les llevará por medio mundo este año. Tienen 60 años, pero piensan morir con las botas puestas.
Y sí: como adelantó este diario hace una semana, España vuelve a estar en el camino de los cantos rodantes. A las tres fechas anunciadas por EL MUNDO entonces (Barcelona el 21 de junio, San Sebastián el 23 y El Ejido el día 30) se sumó ayer Madrid: el 28 de junio en el Vicente Calderón.
Un buen banquete, cuatro conciertos, después de la decepción del año pasado, con la caída en cadena de otras cuatro citas por trastornos varios: el porrazo de Keith Richards en los Mares del Sur, una afonía inoportuna de Mick... «Estamos deseando regresar a España. Es un lugar fantástico para actuar», dijo Jagger ayer en rueda de prensa on line.
El cantante estuvo jovial y dicharachero en su encuentro virtual con la concurrencia internáutica, pero, como habitualmente, la cosa no dio para grandes frases. A sus 63 años, el músico se declaró «muy entusiasmado» ante la idea de echarse a la carretera, y subrayó que le apetece tocar en «nuevos lugares» -el grupo irá por ejemplo a Belgrado, donde nunca ha podido tocar-.
Respecto a las suspensiones en España de 2006, Jagger pidió «perdón, fue muy decepcionante para todos». Y tampoco hubo tiempo para más: el cantante anunció que Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood están «listos». El show, pues, debe continuar.
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