CARLOS E. CARBAJOSA
MADRID.-
La Federación Española de Fútbol se juega muchísimo mañana en el estadio Santiago Bernabéu. No ganar a Dinamarca supondría prácticamente decir adiós a la Eurocopa de 2008, el mayor golpe en la Era Villar.
Pese a la trascendencia de los próximos 90 minutos que tiene por delante la selección, el presidente de la Federación ha descartado la posibilidad de incentivar económicamente de forma extra a los internacionales de Luis Aragonés, que ya acordaron en su momento sus emolumentos por llegar a la Eurocopa de Austria y Suiza.
En el caso de que el presidente de la RFEF hubiera propuesto un incentivo, algo que llegó a sopesar algún colaborador de Villar, los internacionales habrían renunciado al mismo. «Para nosotros, la prima extra es meternos en la Eurocopa», afirma Iker Casillas, que portará el brazalete de capitán y que cumplirá su partido 66 con la camiseta nacional.
Los compañeros de Casillas opinan exactamente igual que él. A ninguno se le ha pasado por la cabeza la posibilidad de plantear un premio especial por meterse en la Eurocopa, pese al nivel de angustia en el que el se encuentra la Federación y a la inyección económica que le supondría participar en el torneo continental, donde es uno de los habituales concursantes en las últimas décadas (con la excepción de Suecia'92).
Un fijo.
Los jugadores de la selección ya acordaron en su día el dinero que percibirían por meterse en el torneo que arrancará el 7 de junio de 2008 en el estadio St. Jakob Park de Basilea.
Los jugadores españoles cobrarán un fijo por cada uno de los 12 partidos de clasificación, y ese fijo se multiplicará sólo en caso de clasificación, hasta alcanzar aproximadamente los 130.000 euros. No serán los más incentivados, ya que la mayoría de las otras grandes selecciones tienen primas mayores. Los alemanes, por ejemplo, cobrarían 150.000 euros. Nada que ver desde luego con la descomunal oferta efectuada a sus chicos por la Asociación Irlandesa de Fútbol (IFA): un millón de libras (1.545.000 de euros) para el equipo, encuadrado en el mismo grupo de España.
«No necesitamos ningún incentivo especial para dar todo lo que llevamos dentro», afirma Sergio Ramos. «Lo que queremos es darle una alegría a nuestra afición. La gente se quedó muy triste por lo que nos pasó en el Mundial y le debemos una. Ni se nos ha pasado por la cabeza la posibilidad de pedir más dinero. Somos profesionales y en el caso de la selección española, de esta camiseta, no hay nada que nos pueda motivar más», afirma el defensa, sancionado para el partido ante Dinamarca, pero que será titular el próximo miércoles ante Islandia.
Luis Aragonés cuenta las horas para el que será el partido más importante de su carrera. Ve a sus jugadores con muy buen tono y está convencido de la victoria. Si no lo consigue, salvo que él decida lo contrario, viajará dos días después a Mallorca al frente del equipo, aún a sabiendas que todo habrá acabado. La Federación ha decidido que en el caso de que no se logren mañana los tres puntos, el técnico no será destituido del cargo. «Si no viaja sería porque estuviera malo o porque no quisiera», afirmó Jorge Carretero, portavoz de la junta directiva de la RFEF, en el programa El Círculo a Primera Hora, de Telemadrid.
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