J. E.
«La presión me la pongo yo misma, con mi exigencia». Gemma Mengual sigue imparable. La reina de la sincronizada española sumó ayer una nueva medalla (y van cuatro) para la expedición en el Mundial de Melbourne. En esta ocasión, un bronce en el solo libre, que se añade a las platas que conquistó en el solo técnico y el dúo técnico (acompañada de Paola Tirados) y al bronce en la rutina técnica por equipos. Póquer de metales para la campeona.
La sirena de Barcelona dejó su sello de nuevo sobre las aguas del Rod Laver Arena. La esbelta figura de la catalana volvió a contornearse con su elegancia habitual. Con una puntuación más que notable (98.000), los jueces no pudieron sino rendirse al arte y las maneras de la española, todo un disfrute para los sentidos. Aunque no podrá conseguir las siete medallas a las que aspiraba antes de partir hacia tierras oceánicas (falló en el combo), podría alcanzar un hito histórico, dejando el listón en seis preseas en un Mundial.
«Cada día hay que hacer el esfuerzo que supone competir. Estoy cansada, agotada pero hoy [por ayer], la coreografía me ha ayudado mucho», declaró a Efe. Mengual fue superada por la rusa Natalia Ischenko (98.500), que en esta ocasión se tuvo que conformar con la plata, y por la francesa Virginie Dedieu (99.500). La campeona gala regresó a la alta competición el pasado noviembre tras anunciar su retirada en el Mundial de Montreal de hace dos años, aunque demostró que el parón de 16 meses no le ha restado un ápice de categoría.
Gemma Mengual tendrá hoy otra oportunidad para tocar chapa, en el dúo libre junto a Paola Tirados. Y mañana podría redondear su espectacular actuación, junto con el resto del equipo, en la prueba libre colectiva.
¿Y después de Australia, qué? «Me falta una medalla en unos Juegos y eso para mí ahora es lo más importante», afirma la barcelonesa de 29 años, que no se plantea su retirada después de la cita olímpica en Pekín 2008. «Si físicamente aguanto, seguro que seguiré, pero no en todas las disciplinas, igual únicamente participo en el solo y en el dúo», asegura la mejor deportista española en disciplinas acuáticas de todos los tiempos.
Ana Tarrés, la entrenadora del equipo nacional, es la viva imagen de la felicidad. «Lo que está haciendo Gemma es una hazaña. Es la única que está nadando todas las pruebas y con una perfección técnica sorprendente. Estoy muy contenta por su profesionalidad», afirma la preparadora, que confía en las posibilidades de sus chicas para las dos pruebas pendientes.
En el resto de la delegación española en Australia hubo suerte dispar. En waterpolo, la selección masculina se clasificó para los octavos de final al lograr su segundo triunfo en el torneo, esta vez ante Rusia (12-8). Precisamente ante las rusas se medirán hoy las féminas, que podrían sellar su pase a los cuartos de la competición. Por su parte, Javier Illana se quedó fuera de las semifinales de trampolín de tres metros, al quedar en 25 º lugar.
|