ARITZ PARRA. Especial para EL MUNDO
SHANGHAI.-
Las conversaciones para el desarme nuclear de Corea del Norte quedaron suspendidas ayer de forma temporal cuando el negociador de Pyongyang dejó plantado al resto de países al abandonar Pekín de manera inesperada. Kim Kye-gwan se había ausentado de las reuniones desde el martes, negándose a discutir el cierre de sus instalaciones nucleares hasta no recuperar los 20 millones de euros que siguen congelados en un banco de Macao y que deben transferirse a cuentas norcoreanas.
Ayer, Kim apareció en el aeropuerto de la capital china a las tres de la tarde, hora local. Sin abrir la boca y limitándose a saludar a la prensa, tomó el avión de Air Koryo con destino a Pyongyang, que salió con una hora de retraso para dar tiempo al negociador. Un diplomático en Pekín explicó después que Kim regresaba a casa «por la falta de progreso en la transferencia de fondos prometida».
Pocas horas después, el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Wu Dawei, negociador jefe del país anfitrión, declaró «un receso» en la sexta ronda de conversaciones, aunque añadió que las partes -EEUU, China, Japón, Rusia y las dos Coreas- retomarían el diálogo lo antes posible.
El acuerdo del pasado 13 de febrero estableció un plazo de 60 días para que Corea del Norte cerrase su reactor nuclear y permitiese el regreso de las inspecciones internacionales a cambio de 50.000 toneladas de crudo y la normalización de las relaciones diplomáticas. Sin embargo, a Pyongyang no parece preocuparle que queden tres semanas de plazo para cumplir su parte e insiste en recuperar primero los fondos que Estados Unidos congeló en Macao hace año y medio, cuando acusó al Banco Delta Asia (BDA) de la antigua colonia portuguesa de lavar dólares procedentes de actividades criminales.
El delegado japonés, Kenichiro Sasae, calificó ayer de «deplorable» la actitud de los norcoreanos, mientras su colega estadounidense, Christopher Hill, mostraba su descontento: «Cada vez que creo que hay una solución al asunto bancario, aparece un problema».
Al inicio de la nueva ronda, el pasado lunes, EEUU había dado por zanjada la disputa financiera. Tras concluir 18 meses de investigación, Washington prohibió a sus entidades financieras llevar a cabo negocios con el BDA, pero dejó la puerta abierta para que las autoridades monetarias de Macao transfiriesen el dinero a una cuenta de Corea del Norte en el Banco de China, en Pekín. Por su parte, Pyongyang se comprometió a emplear los 20 millones con «fines humanitarios y educativos». A pesar de las prisas de los norcoreanos, la burocracia bancaria ha descarrilado el proceso en el último momento. La entidad china ha rechazado recibir los fondos norcoreanos.
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