ERASMO Fernando Alonso,
guajín prodigioso, su Mercedes Big Mac. Y Alberto Contador, pedal heroico
en la Paris-Niza. La ondina Mengual, la épica, Rafa Nadal, su pañoleta
corsaria, balear, sus bíceps formidables al aire californiano en Indian Wells.
Tan ruidosa desavenencia, esa imagen tramposa de Estado gamberro de España
(timan a Alemania, Marruecos, Argelia), mas tan gloriosa ánima deportiva que recorre
el mundo. |