El intento de suprimir la crítica no la extingue: la aparta por canales subterráneos (L. R. Hart)
OPINION
Impresiones
La 'guerra' de Polanco
Este periódico no tiene por costumbre valorar las intervenciones públicas de los directivos de los medios competidores. Sin embargo, la gravedad de las acusaciones lanzadas por el presidente del grupo Prisa en la junta de accionistas nos obliga a hacer una excepción, a la vez que un llamamiento a la cordura. Jesús Polanco aseguró ayer que «algunos partidos» -en obvia referencia al PP, cuya «revancha» dijo temer- «están buscando la vuelta a la Guerra Civil» y que la manifestación del pasado 10 de marzo fue «franquismo puro y duro». Ningún editor de prensa se ha atrevido nunca a descalificar en términos tan exagerados e injustos a un partido al que respaldan casi 10 millones de votantes. Y lo mismo cabe decir de los manifestantes a quienes llama franquistas. No nos extraña que la mala conciencia del magnate que se hizo multimillonario gracias a los favores del régimen franquista le lleve a abominar del oprobio que significó la dictadura, pero no deja de ser una ironía que proyecte sus fantasmas sobre el PP y que tenga miedo de la vuelta de este partido al poder, habida cuenta de que el Gobierno de Aznar tomó decisiones muy favorables para su grupo. Las enormidades de Polanco intentan inducir a un clima de confrontación civil que no existe en España. Cuando el presidente de la empresa habla así, no es de extrañar que el director de su buque insignia diga que EL MUNDO «desestabiliza las instituciones», que el consejero delegado utilice descalificaciones escatológicas contra este periódico o que su corresponsal en París pida directamente que nos cierren.