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| El intento de suprimir la crítica no la extingue: la aparta por canales subterráneos (L. R. Hart) |
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| Impresiones |
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| Los nervios del tripartito bis |
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La decisión unánime del Tribunal Constitucional de ratificar la recusación del magistrado Pérez Tremps en los recursos interpuestos contra el Estatuto catalán ha acabado de poner nerviosos a los miembros del tripartito bis. Ya la sentencia de este tribunal sobre la deuda histórica andaluza en la que se rechazaba que una autonomía pueda pactar su financiación al margen de las demás presagiaba lo que puede ocurrirle al texto catalán, por muy catastrofistas que se pongan sus defensores. Ayer, el presidente del Parlament, Ernest Benach, reiteraba que si el TC recorta el Estatut hay riesgo de «una crisis de Estado». No menos vehemente ha sido el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, quien aboga por que las instituciones catalanas «hagan como el Gobierno de Euskadi» y «deslegitimen el Tribunal Constitucional no volviendo a presentar ningún recurso». Las palabras de Ridao ponen de manifiesto una vez más el abierto afán de los nacionalistas catalanes por politizar todas las instituciones, también las judiciales, para ponerlas al servicio de su proyecto separatista. Sólo cuando éstas avalan sus tesis resultan democráticas y respetables. En todo caso, el Gobierno catalán se desdecía ayer de este supuesto boicot y anunciaba que utilizará «todos los recursos» a su alcance. Después del ridículo intento de recusación de Zapata, ¿qué le quedará a Montilla para intentar retrasar lo inevitable?
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