La autoestima azulgrana se estremece a cada ocasión que el omnipotente Berlusconi habla del mesías que vino de ultramar para «devolver la ilusión al barcelonismo», en palabras de Laporta ayer. El presidente del Barça relativizó la batería de declaraciones del ex presidente italiano y afirmó que «no» le molesta semejante acoso. «Es un orgullo que el Milan quiera a Ronaldinho», espetó.Luego tranquilizó al personal: «Tenemos una buena relación con el Milan y ellos afirman que no hay nada, que es cosa de los medios de comunicación. Es un orgullo que los mejores clubes del mundo quieran a nuestros jugadores, y más aún que éstos quieran quedarse en el Barça porque es donde están mejor».

Acto seguido Laporta recuperó el viejo discurso de que Ronaldinho «estará en el Barça hasta que él quiera» y que el club «será justo [económicamente] con el jugador», y recordó que el brasileño «ha manifestado públicamente su voluntad de seguir en el Barça».

Puede, no obstante, que la estrella se pierda una de las citas grandes de esta temporada. La final de la Copa del Rey (23 de junio) se solapa con la Copa América (26 de junio), puesto que la FIFA obliga a los jugadores a concentrarse cinco días antes.Ronaldinho, Messi y Márquez están en la tesitura de dar esquinazo a la empresa que les paga en uno de sus negocios más importantes de la temporada o renunciar a su país y a una de las más grandes competiciones del globo. «Intentaremos que puedan jugar la final de Copa si nos clasificamos», adelantó el presidente. Sin embargo, en el caso concreto de Ronaldinho, dijo que no ejercerá presión, puesto que «él decidirá lo que más le conviene, y eso será también lo mejor para el club». Carlos Dunga, seleccionador carioca, convocará a Ronaldinho. Si éste decide no acudir, deberá explicárselo a sus compañeros y a la afición brasileña.

Por otra parte, el directivo Joan Franquesa alabó la gran acogida a nivel mundial del concurso para la remodelación del Camp Nou.El 10 de abril se seleccionarán entre «cinco y diez» proyectos finalistas.