BARCELONA.-
Los usuarios de la red de Cercanías de Renfe en Barcelona volvieron a llegar ayer a sus puestos de trabajo con hasta una hora de retraso como consecuencia de una nueva avería, esta vez en el sistema informático del gestor de infraestructuras Adif, que afectó a toda la red. Los trenes de media y larga distancia también se vieron afectados, con retrasos cercanos a la media hora.
Un portavoz de Adif informó de que la avería se produjo hacia las 9.00 horas y no pudo ser solucionada hasta cerca de una hora más tarde, lo que provocó retrasos generalizados en todas las líneas de cercanías hasta las 15.30 horas.
La incidencia, que se registró en el sistema informático que controla las señales, ubicado en la estación de Francia de Barcelona, repercutió especialmente en las líneas C-4, que une Manresa y Sant Vicenç de Calders, y C-2, que enlaza Maçanet-Massanes y Sant Vicenç de Calders, En esos trayectos, la demora superó los 50 minutos, informa Efe.
Una vez más, la principal queja de los usuarios de estos trenes ha sido la más absoluta falta de información, pese a que Renfe incorporó recientemente a 667 agentes para la unidad de asistencia al viajero, que, según la compañía, están presentes en más de 450 trenes diarios, el 58% del total.
En los primeros tres meses del año, la red de Cercanías de Renfe ha registrado una treintena de averías, situación que ha exasperado a muchos viajeros, que en varias ocasiones han optado por bajar del tren y cortar las vías como protesta por las continuas incidencias y el deficiente servicio que ofrece la compañía.
Adif explicó ayer que exigirá responsabilidades a la empresa que ha desarrollado el sistema informático que ha falló ayer, provocando retrasos de hasta una hora en toda la red de Cercanías, por su posible «negligencia e inoperancia» en la resolución de la avería.
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