Seguramente este argumento fue el que llevó al joven etíope a cambiar de opinión y formar parte finalmente de la potente selección de su país que tratará de asaltar el podio en casa de sus archirrivales kenianos. El hogar de Paul Tergat y John Ngugi, los dos hombres con quien comparte el honor de haber alzado cinco veces el trofeo de los 12 kilómetros.

La mejor baza local será Moses Mosop, joven promesa que ya saboreó el bronce en Helsinki'05, con sólo 20 años. Ante la falta de una gran figura, seguramente optarán por una estrategia de equipo que desgaste al favorito y a sus compatriotas. Junto a Bekele, en la escuadra etíope aparecen los otros candidatos para subir al podio. Su hermano Tariku, Sileshi Sihine y Abebe Dinkessa. Completa el cartel de aspirantes el eritreo Zersenay Tadesse.

Inseguridad. Sin embargo, en Europa se ha hablado poco de deporte y mucho de lo que rodea a este Mundial. Para empezar, el país. Numerosos atletas europeos no han viajado por temor a las enfermedades y a la inseguridad de Kenia. La Federación Internacional tuvo que reconocer que había exigido un esfuerzo al país organizador después de que se recibieran amenazas de atentados o intentos de boicotear la prueba, sobre todo contra la delegación estadounidense.

Entre los españoles, los primeros espadas han preferido centrarse en otros objetivos (maratón, como Juan Carlos de la Ossa o Chema Martínez o el Europeo de pista cubierta) que en acudir «a quedar entre los 20 primeros como mucho», según aseguran muchos. Entre los atletas con los que ha hablado este periódico, ninguno ha señalado el temor como causa para no ir. Es más, De la Ossa, Martínez y Jesús España se pusieron a disposición de la Federación. Los seleccionados finalmente -José Luis Blanco, Carles Castillejo, José Ríos, Eliseo Martín, Iván Hierro y Antonio Pentinel- que perdieron sus maletas en el vuelo y correran con las zapatillas de repuesto, aspiran a intentar ser los primeros blancos -al menos los primeros europeos- en cruzar la meta.