J. EXPOSITO
La próxima madrugada comienzan las pruebas de natación en el Mundial de Melbourne, un deporte que vive en los últimos tiempos de los retos que se marcan las mejores figuras del circuito internacional. El ambicioso Michael Phelps vuelve a poner su listón lo más elevado posible, con la figura de Mark Spitz y sus siete oros de los Juegos de 1972 como ejemplo a igualar. El australiano Grant Hackett, ídolo local tras la retirada de Ian Thorpe, y la francesa Laure Manaudou compartirán focos con Phelps en la piscina del Rod Laver Arena en la próxima semana.
Phelps nadará en cinco pruebas individuales (200 libres, estilos y mariposa, 100 mariposa y 400 estilos) y tiene a Ian Crocker, en los 100 mariposa, y al holandés Pieter Van de Hoogenband, en los 200 libres, como máximos rivales. Mientras, Laure Manaudou, ídolo en Francia con índices de popularidad similar a los de Zinedine Zidane, intentará la proeza de vencer en todas las pruebas de estilo libre (200, 400, 800 y 1500), en dos de espalda (50 y 100), una de estilos (200) y en los relevos 4x100 y 4x200 estilos.
El equipo español, dirigido por Maurizio Coconi y compuesto por 11 nadadores, acude con prudencia. Las medallas de Erika Villaecija y Eduard Lorente en el Europeo de Helsinki son premios casi imposibles de repetir en Australia. Jóvenes como Mireia Belmonte o Escarlata Bernard son las bazas futuras que el entrenador italiano espera tomen ahora experiencia.
|