Lasa realizó este llamamiento, «de todo corazón», en una comparecencia destinada a presentar los detalles de un acto con el que el Gobierno vasco pretende «saldar la deuda moral» de la sociedad y las instituciones vascas con los damnificados por el terrorismo y «reconfortarles» en su sufrimiento.

El homenaje es consecuencia del acuerdo parlamentario adoptado «por unanimidad» en junio de 2003, recordó Lasa, para insistir en «la necesidad» de que el acontecimiento cuente también ahora con la participación de todos y se celebre desde el «consenso». Dijo que no es «una iniciativa caprichosa» del Ejecutivo y que «no pretende reivindicar ningún protagonismo», en un intento por calmar las reticencias expresadas por el PP y algunas asociaciones de víctimas respecto a sus verdaderas motivaciones.

Concebido como un acto de «justicia, reparación y reconocimiento», el evento aspira a recordar «el sufrimiento pagado por miles de personas» y contribuir a «derrotar cualquier intento fanático de articular proyectos totalitarios basados en la violencia y la exclusión del adversario político». Se trata, además, de que las instituciones y los ciudadanos realicen «un acto de contrición y desagravio» por su actitud en el pasado, de forma que las víctimas vuelvan a sentirse «parte fundamental de la sociedad».

El acto comenzará con un documental de víctimas, anteriores, en su mayoría, a 1995. Intervendrá el lehendakari, Juan José Ibarretxe, que leerá un manifiesto que previamente se someterá a la consideración del resto de partidos políticos.

A continuación tomarán la palabra un representante de la sociedad civil «de relevancia pública» y un familiar de una víctima.

El acto finalizará con una pieza musical, creada por el compositor Paco Ibáñez para la ocasión, y que interpretará una escolanía infantil.