Dos jóvenes de 23 y 24 años han sido detenidos por cultivo, elaboración y tráfico de marihuana. Los agentes de Policía Judicial de la comisaría de Ciudad Lineal arrestaron a los jóvenes el pasado 13 de marzo. Unos 15 días antes de las detenciones, los policías supieron que en el barrio de La Elipa había un joven, llamado Jesús, que traficaba con marihuana en el distrito, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía.
Los agentes siguieron la pista a Jesús durante unos días y vigilaron sus movimientos, hasta que lo detuvieron en su barrio. En ese momento, le encontraron siete bolsas de marihuana escondidas en el coche donde viajaba con su novia Sara, de 23 años, que también fue arrestada. Cada bolsa podía pesar unos 50 gramos, según las mismas fuentes.
Además, Jesús llevaba más de 1.000 euros en la plantilla de sus zapatos, casi todo en billetes de 50 euros. Los agentes pasaron a ambos jóvenes a disposición judicial y pidieron una orden de registro para el piso de los dos jóvenes, donde entraron a las tres de la mañana.
La vivienda, situada en la calle del Apóstol Santiago, 50, también en el barrio de La Elipa, tenía dentro toda una plantación de marihuana. Allí, los agentes encontraron 33 macetas con plantas y equipadas con un complejo sistema para su cultivo y cuidado.
Insecticidas
Dentro del piso había fertilizantes, insecticidas, abonos y todo lo necesario para mantener una cosecha de interior. Además, habían instalado focos fluorescentes para iluminar las plantas en sustitución de la luz solar.
Las macetas tenían un sistema de riego por goteo con temporizadores para no tener que estar pendiente de regarlas, ya que la planta del cannabis necesita mucha agua. Lo que más sorprendió a los agentes de Ciudad Lineal fue el complejo método por el que extraía el fuerte olor que desprenden las plantas.
En la vivienda había varios tubos de aluminio que daban al exterior. Con ellos, Jesús había formado un sistema de ventilación que eliminaba los olores y le ayudaba a evitar que los vecinos sospecharan lo que se escondía en el piso.
Con todo el sistema de cultivo que tenía montado, el detenido podía sacar el máximo rendimiento a las plantas y obtener más cantidad de marihuana. Cuando la parte que se fuma de la planta alcanzaba su madurez, el joven arrestado se ocupaba también de podarla y secarla. Es decir, además se dedicaba a la preparación de la droga para su posterior venta. Las plantas ocupaban dos de las habitaciones de la casa, donde presuntamente también vivían los jóvenes detenidos. Las macetas, todas de pequeño tamaño, estaban agrupadas bajo las lámparas fluorescentes y los tubos de ventilación.
Además de elaborar la sustancia, las primeras investigaciones apuntan a que el joven la empaquetaba para distribuirla más tarde. Dentro del piso de Santiago Apóstol también se hallaron básculas de precisión, un GPS, un ordenador portátil y un paquete con 200 bolsas de plástico donde guardaba los cogollos de marihuana.
Los dos jóvenes detenidos son madrileños y carecen de antecedentes. Jesús trató de justificar la producción que tenía en casa diciendo que se trataba de un experimento, con el que también sacaba algunos beneficios. Los dos han pasado a disposición judicial acusados de un delito contra la salud pública.
Los investigadores también se sorprendieron por la ubicación de esta plantación, dentro de un piso en pleno casco urbano, puesto que lo habitual es que las operaciones policiales localicen estos cultivos en chalés o casas de campo, donde el entorno es más discreto.