Sábado, 24 de marzo de 2007. Año: XVIII. Numero: 6306.
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CONVULSION EN ORIENTE PROXIMO / El repliegue militar de EEUU
La Cámara de Representantes aprueba un plan para dejar Irak
Bush amenaza con vetar el proyecto de ley respaldado por los demócratas, que establece la salida de las tropas del país árabe dentro de 17 meses
PABLO PARDO. Especial para EL MUNDO

WASHINGTON.- Dentro de 17 meses y una semana, Estados Unidos sólo podrá tener tropas en Irak que estén entrenando a los soldados del Ejército de ese país o realizando acciones militares concretas contra grupos terroristas. De lo contrario, dentro de unas pocas semanas se cortará el grifo del dinero al Pentágono para la guerra, y la Administración no podrá continuar las operaciones militares en curso.

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Ése el proyecto de ley aprobado ayer, por la mínima, por la oposición demócrata de la Cámara de Representantes. Una propuesta que equivale a un ataque frontal a George W. Bush, pero que no tiene más que un valor simbólico. La semana que viene, el plan llega al Senado. Y las normas de esa cámara, destinadas a favorecer el consenso, dan margen más que suficiente a los republicanos para detenerla.

En cualquier caso, y aunque por ahora no vaya a tener repercusiones prácticas, la propuesta de ley de la Cámara de Representantes tiene el efecto simbólico de subir en varios grados la guerra sin cuartel entre el Congreso y la Casa Blanca por causa de Irak. La respuesta de George W. Bush dejó clara esa situación. Apenas una hora después de la votación en la que se aprobaba la Ley, el presidente la calificó de «un acto de teatro político», que muestra que «una mínima mayoría en la Cámara de Representantes ha abdicado de sus responsabilidades al aprobar una propuesta [...] que no tiene la más mínima posibilidad de convertirse en ley». Bush concluyó afirmando, respecto a la propuesta de ley: «Si llega a mi mesa, la vetaré».

Hasta ahora, Bush sólo ha vetado una ley, el año pasado, la cifra más baja alcanzada por ningún presidente desde James Garfield, que sólo ocupó la Casa Blanca durante seis meses, en 1881. La norma que el presidente no firmó fue la autorización para el uso de células madre en investigaciones. Así que el proyecto que ayer aprobó la Cámara de Representantes podría ser la segunda. Pero eso no va a tener lugar. De hecho, la victoria para los demócratas ha sido lograr ponerse de acuerdo en aprobar la moción.

Y ese acuerdo no fue fácil. En realidad, quien de verdad ha ganado con la resolución es Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, a la que le ha costado sangre, sudor y lágrimas convencer a sus propios correligionarios de que se pusieran de acuerdo. De hecho, su victoria fue, literalmente, por la mínima. Sólo 218 legisladores, es decir, justo la mitad más uno, votaron a favor de la propuesta: 216 demócratas y dos republicanos. En contra se pronunciaron otros 212, de los que 15 pertenecen a la oposición, entre ellos el candidato a la presidencia en 2000 y 2004 Denis Kucinich, que quiere que la retirada sea inmediata. Los momentos previos a la votación estuvieron cargados de enorme tensión y de los habituales tomas y dacas del Congreso de EEUU, que en esta ocasión han alcanzado niveles surrealistas con el representante demócrata de izquierdas Sam Farr, que se negó a apoyar la moción si ésta no incluía una subvención de 25 millones de dólares para los cultivadores de espinacas de su distrito.

Pero los demócratas tienen un as en la manga. Su propuesta de retirada está incluida en el proyecto de ley que sanciona la entrega de 126.400 millones de dólares (93.200 millones de euros) para la financiación de las operaciones militares en Irak y Afganistán. Y ese dinero debe estar disponible en tres semanas. De lo contrario, el Pentágono se quedará sin fondos para la guerra.

Una guerra que, a pesar de los constantes aumentos de tropas, sigue sin frenarse. Anoche, el viceprimer ministro iraquí, Salam Zubai, estaba en estado grave en una base militar estadounidense después de haber sido el blanco de un ataque llevado cabo por un terrorista suicida en su propia vivienda. Al menos 17 personas, entre ellas su hermano, murieron en el ataque. Es el segundo atentado contra un ministro iraquí en dos meses. Zubai pertenece a la secta suní y a la tribu Zoba, una de las más importantes de Irak, aunque su influencia política es prácticamente nula. Entretanto, ayer se hizo público que otros dos soldados estadounidenses han muerto en el país.

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