Mucho antes de que las catástrofes que azotan el Tercer Mundo removieran masivamente las conciencias de este lado del planeta, el rock ya era tan solidario como la más abnegada ONG de nuestros días. Ese espíritu altruista de la manifestación cultural más importante del siglo XX fue el que inspiró a George Harrison a organizar el primer concierto benéfico de la historia del rock, conmovido ante las noticias que Ravi Shankar -su mentor en el manejo del sitar, en el orientalismo en general cabe decir- le llevó de Bangladesh.
La cita, memorable, fue el 1 de agosto de 1971 en el Madison Square Garden de Nueva York y Saul Swimmer dio buena cuenta de ello en uno de los mejores documentales de la historia del cine: El concierto para Bangladesh (1972).
Swimmer falleció recientemente a consecuencia de un fallo cardiaco. Los comienzos de su trayectoria profesional se adscriben al cine de ficción independiente. De hecho, puede decirse que fue uno de los mejores documentalistas que ha tenido el rock tanto en la pantalla grande como en televisión.
Apenas contaba 24 años cuando el joven Saul inició el rodaje de Force of impulse (1961). Filmado con toda la precariedad del cine independiente, la propuesta de aquel primer filme era un romance -de high-school pero imposible- entre un campeón de fútbol y la chica más guapa de su clase. En Without Each Other (1962), su siguiente realización, también permaneció dentro de los más estrictos parámetros del indi. Ya en su tercera película, Mrs. Brown, You've Got a Lovely Daugther (1968), la cosa cambió radicalmente. Se trataba de un musical producido por la Metro y protagonizado por el grupo Herman's Hermits, una de las formaciones más representativas del swinging London. No en vano, el título de la cinta coincidía con el de uno de los grandes éxitos de la banda liderada por Peter Noone, también protagonista de la película.
El mismo año en que realizó su primer acercamiento al rock, Swimmer dirigió un documental sobre Michael Todd, el excéntrico millonario inventor del Todd-Ao -uno de los grandes formatos de pantalla de antaño-, conocido también por haber sido uno de los maridos de Liz Taylor, antes de desaparecer junto a su avión sin dejar ningún rastro.
Poco después, Ringo Star produjo a Swimmer la cinta Cometogether (1971), una road movie de exaltación del hippismo. A buen seguro que es Star quien puso a Swimmer en contacto con George Harrison cuando este último, abrumado por la suerte de los desplazados por la guerra en Pakistán -el Edén hippie por otro lado-, organizó el famoso concierto. Fuera como fuese, lo cierto es que, gracias a la mirada de Swimmer, millones de amantes del rock en el mundo entero supieron del entusiasmo de Dylan, Billy Preston y Leon Russell en aquel escenario. Eric Clapton -que a la sazón se desintoxicaba de la heroína- sufrió un desmayo en plena actuación y, tras ser atendido, siguió actuando. Los más generosos son siempre los más grandes.
Tras filmar en España La perla negra (1977), ya en épocas más recientes, Swimmer -que también fue productor de Let It Be (Michael Lindsay-Hogg, 1970)- rodó un concierto de Queen en We Will Rock You (1982).
Saul Swimmer, realizador, falleció en Miami (EEUU) el 3 de marzo de 2007, a los 70 años de edad.