Hasta hace unos meses, muy pocos habían oído el exótico nombre de Bojan Krkic, ni que apuntaba a estrella. Vinculado al Barça desde su más tierna infancia, ha pulverizado todos los registros, sumando más de 400 goles desde que entró en el club como alevín.Sin embargo, esta temporada se ha revelado como un firme aspirante a suceder a Messi en el angosto camino que separa las categorías inferiores del Camp Nou. En un solo año, ha pasado de jugar en el Cadete A al Barça B, equipo al que ha sacado de la zona de descenso en que se encontraba cuando Quique Costas decidió apostar por él.

Revulsivo

Desde entonces, sus números en una categoría en que a menudo se ha encontrado marcadores que le doblan en edad han sorprendido a propios y extraños. Hasta ahora, ha logrado nueve goles en Segunda B en un total de 15 partidos. Pese a la prudencia con que tradicionalmente el Barça ha gestionado la carrera de sus promesas, ya se da por hecho que Bojan debutará con el primer equipo en el amistoso que el equipo de Rijkaard jugará en Egipto el próximo 24 de abril.

Los técnicos que han dirigido hasta ahora a Bojan tienen auténticos problemas a la hora de mostrarse prudentes con la evolución del futbolista. Es el caso de Juan Santisteban, entrenador de la selección española sub 17 que le hizo debutar en el combinado español con sólo 15: «Es uno de los mejores jugadores que he entrenado. Nunca había visto tanta calidad e imaginación en un jugador».

Iñaki Sáez, que le dirigió en la disputa de la Meridian Cup -una competición que enfrenta a promesas europeas y africanas- se descubrió ante la rara habilidad de un delantero minúsculo y letal: «Bojan huele el gol, lo tiene dentro, y cuando eso ocurre con tan poca edad, se mantiene durante toda la carrera».

Uno de los entrenadores que mejor conoce a Bojan -catalán a todos los efectos, hijo de un ex futbolista profesional que jugó en el Mollerussa y conoció a su esposa durante la recuperación de una lesión- es Sergio Lobera, que lo tuvo a sus órdenes en el Alevín A, el Infantil A y el Juvenil B. Para Lobera, Bojan no tiene techo y sólo requiere «tiempo» para llegar al primer equipo.«Es un jugador excepcional, muy humilde, muy trabajador y presenta unos números tremendos, que nadie los había logrado antes», explica.«Es muy inteligente y muy rápido, veo en él a un jugador para triunfar en el primer equipo del Barcelona en muy pocos años».

Menos categórico se muestra Guillermo Amor, uno de los responsables de la cantera barcelonista, que destaca sobre todo el buen entorno personal del joven crack. «Es muy joven todavía, pero es cierto que el nivel que ha alcanzado es importante», admite. «Tiene muchísima calidad, es caliente, muy rápido, muy culé y de trato muy agradable». Amor, pese a su devoción por el chaval, recuerda la dificultad que entraña ser delantero en el Barça. «El problema es que en esa posición el Camp Nou suele exigir figuras de prestigio internacional».

No le falta razón. Bojan soporta, a día de hoy, la carga de romper con una maldición: la de los nueves de La Masia. En una escuela de futbolistas que siempre se ha caracterizado por generar centrocampistas de toque o defensas -Messi es la gran excepción-, la búsqueda de un goleador que se consolide en el primer equipo se ha convertido casi en una obsesión.

Desde los tiempos de Carles Rexach, el Barça no ha tenido a ningún jugador de la cantera jugando regularmente de delantero. Por el camino han quedado gente, con muy distinta suerte, como Pinilla, Jordi Cruyff, Sergio García o Luis García. Pero los grandes nueves han sido siempre extranjeros.

Conocido como el Van Basten de Linyola, y con Ramon Sostres como agente -el mismo de sus admirados Puyol e Iniesta-, tiene ante sí la oportunidad de romper una maldición histórica. Por delante tiene a Eto'o, Ronaldinho, Gudjohnsen, Messi, Giuly, y todo lo que Txiki fiche en los próximos meses. Pese a todo, en La Masia creen en Bambi.