Los terroristas intentan modificar nuestro comportamiento provocando miedo, incertidumbre y división en la sociedad (P. J. Kennedy)
CATALUNYA
IMPRESION DEL DOMINGO
Sin solución en las cárceles
La política penitenciaria en Cataluña nunca ha sido precisamente uno de los grandes logros que han exhibido los diferentes gobiernos de la Generalitat que se han sucedido desde que en 1986 fueron transferidas las competencias por el Gobierno central. Los años de CiU pasaron sin pena ni gloria, más allá de las fugas de algunos presos y de los tratos de favor otorgados a célebres delincuentes próximos al entonces Govern como Javier de la Rosa, Jordi Planasdemunt e incluso Lluís Pascual Estevill. El primer tripartito llevó a la Conselleria al que probablemente pasará a la historia como el peor de los titulares de un departamento de la Generalitat en sus 1.000 años de existencia, Josep Maria Vallès, cuya desquiciada política -las fugas eran prácticamente semanales- estaba inspirada en los valores del secretario general, Albert Batlle, que sigue en su puesto con la consellera Montserrat Tura a pesar de hazañas como la puesta en libertad del secuestrador Juan Piqué Vidal, afortunadamente resuelta por la Justicia. Por lo tanto no constituye sorpresa alguna que el plan de intercambio de jeringuillas gestionado por Batlle para prevenir la transmisión del Sida en las cárceles se haya convertido, en la práctica, en un peligroso instrumento para su propagación.