El carácter le pierde. Pese a eliminar a su odiado Real Madrid en octavos de la Liga de Campeones, la noche del 7 de marzo en el Allianz Arena acabó en bronca para Oliver Kahn. El meta del Bayern Múnich lanzó con desprecio su muestra de orina del control antidopaje a los médicos.
Éste es el motivo, según publicó ayer el diario alemán Bild, por el que la UEFA sancionó con un partido al germano, que no estará en Milán para disputar la ida de cuartos de la Champions. El médico que controló la prueba de orina, el austriaco Franz Kroesslhuber, denunció que el cancerbero «montó en cólera y, enfadado, arrojó el recipiente que contenía su orina», según la citada publicación. El doctor señaló que el portero se mostró enojado porque se le pidió una segunda muestra para ajustarse a las reglas, ya que Kroesslhuber no vio a Kahn entregar la primera. Pese a todo, el presidente del club, Franz Beckenbauer, justificó al jugador: «Kahn estaba eufórico y contento después de un triunfo grande. Se quería unir a sus compañeros de equipo cuanto antes para celebrarlo». / J. E.
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