Durante su participación en la septuagésima Convención Nacional Bancaria, González manifestó que existe «un clima de crispación política que empieza a calar en la sociedad».

A su juicio, los ciudadanos «no merecen» esa situación de tensión, ya que «no hay ninguna razón seria para la crispación». Se trata, aseguró, de «un invento de los políticos para una política desapegada de la ciudadanía», que tiene como efecto que se «rompan» los consensos que han «acompañado los éxitos de la democracia».

«En un país que va razonablemente bien, el clima político se hace irrespirable cada día», apuntó. «Parece que estamos en un debate político prebélico», dijo, y aseguró que «a veces para hacer una guerra se pueden emplear buenos argumentos, pero en España sólo se emplean descalificaciones».

González se mostró «preocupado» con la situación política y recordó que «parte del encanto del ensayo español, era haber superado eso [las descalificaciones]». Finalmente, advirtió de que todos los conflictos históricos «empiezan por palabras gruesas».