Lavapiés es un polvorín. Los vecinos denuncian que se han disparado los niveles de delincuencia, violencia y suciedad en el barrio. La gente está indignada y asustada. «Jamás esta plaza ha tenido tantos camellos y vagabundos que no respetan a nadie», protesta uno de los comerciantes de la zona.
Una de las principales quejas es el menudeo constante de droga. «Hay traficantes que venden su mercancía en plena calle, de viva voz y con total impunidad, amedrentando y violentando a los viandantes», dicen los residentes. «Especialmente por la tarde y la noche pueden contarse en la acera hasta 20 camellos, que ofrecen a gritos hachís, cocaína y otras sustancias ilegales a todo el que pasa», dice una mujer.
Un empleado del SER llegó a encontrarse la semana pasada con bolsitas de cocaína dentro de la ranura de un parquímetro. «Estaba pegada con celofán. Luego nos hemos enterado de que la Policía encontró más droga en el interior», explicó un controlador. También se quejan los comerciantes y vecinos de que algunos vendedores de droga son menores. Hay quien asegura que ha regresado la banda del pegamento. «Muchos muestran señales de encontrarse bajo los efectos de narcóticos o los consumen ante los ojos de los viandantes». Una mujer dice que está «cansada» de llamar a los servicios sociales para que se hagan cargo de estos menores.
Alarma en los bancos
Los robos también han desatado la alarma en el barrio. «Cada día ves correr a policías detrás de chavales, o mujeres a las que han quitado el bolso», dice la propietaria de una zapatería. En la plaza de Lavapiés hay varios bancos. Los empleados aconsejan a sus clientes que tengan cuidado al sacar dinero. «Es mejor no retirar dinero. Si te ven, te siguen y te asaltan. Pero es que también te persiguen si te ven salir del banco», afirma un empleado. «Vemos muchos coches y motos de policía, pero pocos agentes paseando en labores preventivas. Mientras, los vecinos vivimos con miedo», denuncian los residentes.
La sensación de degradación se ve acrecentada por los «insoportables niveles de suciedad» que, según los vecinos, sufre Lavapiés. Dicen que la dotación del servicio de limpieza es escasa y aseguran que algunas calles son «auténticos vertederos». Asimismo, cuentan que el problema de insalubridad que había en Tirso de Molina se ha trasladado a Lavapiés.
Por su parte, la Delegación de Gobierno asegura que en la zona se han reducido los delitos y faltas. Así lo manifestó el comisario del distrito Centro en una reunión con la Asociación de Vecinos La Corrala. Respecto al problema de los menores, la Policía asegura que sólo se ha detectado la presencia de tres en la zona. «En ningún caso son los de la banda del pegamento», indicaron.
La Policía ha detenido a 27 personas en los últimos cuatro meses. Entre ellos, a un narcotraficante que abastecía de droga a los pequeños camellos. Además, se desarticuló un grupo de delincuentes que utilizaba como base de operaciones Lavapiés. Durante la reunión con los vecinos, se explicó que además de la presencia policial es necesario efectuar un trabajo social.
El Ayuntamiento ha incrementado la presencia de Policía Municipal en las calles de Centro, en particular en Lavapiés y Embajadores. Gallardón señaló que los agentes destinados en Centro han pasado de 251 en 2003 a 429 en la actualidad, lo que demuestra, a su juicio, el esfuerzo del Consistorio en esta materia.
El concejal de Economía, Miguel Angel Villanueva, destacó que el Ayuntamiento también trabaja en la reorganización del comercio mayorista en Embajadores. Explicó que entre 2005 y 2007 se han cerrado 48 locales mayoristas en el barrio, casi todos por precintos municipales.