Con La cámara del eco, Echo Room, trae usted a Madrid lo último del arte británico; o sea, lo último del arte...
RESPUESTA.- Gran Bretaña está mostrando una vitalidad en sus artistas y en el mercado que supera a cualquier otro país europeo.
P.- La generación siguiente a la de los provocadores Young British Artists...
R.- Me tocaba descubrir lo más «nuevo» del arte británico en Madrid.
P.- La cámara del eco reúne a artistas que miran atrás sin ira...
R.- Poseen el hilo conductor en común de releer el arte del siglo XX.
P.- ¿Cómo ven las vanguardias de sus padres y abuelos?
R.- David Torpe dijo que se sentía «como un superviviente del ejército derrotado de una generación hace tiempo desparecida»...
P.- Practican un nuevo formalismo.
R.- Así se les ha calificado. Alta y baja cultura cada vez se mezclan más.
P.- Es una generación escéptica.
R.- Ya saben que el arte, por sí sólo, no puede cambiar el mundo.
P.- Se distancian de compromisos y utopías...
R.- Ya no podemos ser utopistas inocentes...
P.- Muy introspectivos.
R.- Lo que hoy sucede es que ya no hay grupos, ni manifiestos, cada cual trabaja aisladamente y sólo están unidos por lazos de amistad.
P.- Muy libres.
R.- Su relectura es muy sofisticada y sin ansiedad.
P.- Críticos, a su manera...
R.- En la exposición pasamos el vídeo de Hugonnier sobre Afganistán; es un ejemplo de crítica muy actual: muestra la imposibilidad de filmar el país a causa de la guerra y las imágenes son muy bellas.
P.- Son conscientes de estar en la aldea global... de la globalización.
R.- Hoy, en Occidente, el arte es global; un artista hace algo y puede verse al instante por Internet. El problema es saber distinguir el talento: no hay 15 artistas emergentes como en la España de los 70, sino 150...
P.- ¡Una exposición que toma el pulso a la creación plástica contemporánea!
R.- Dentro del tema escogido, intenté mostrar lo que me sorprendía por su novedad, y después de 30 años de ver arte, es difícil sorprenderme...
P.- Y cuál es el diagnóstico de «la doctora» con relación a lo que se desprende de este Echo Room.
R.- Es natural que ahora reinterpretemos los logros de la Modernidad desde los parámetros de una nueva época.
P.- Victoria, casi cuatro años como asesora de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid... Fisas se la trajo de su Barcelona...
R.- Fisas es un político serio y culto, y la propuesta era muy interesante para mi vida profesional.
P.- Con su trayectoria académica, con su experiencia profesional, cotizada crítico de arte, comisaria de medio centenar exposiciones, autora de más de una docena de libros y de cientos de artículos, varios documentales..., ¿esto era un riesgo o un reto?
R.- Madrid me gusta mucho, desde los años 70 en que como estudiante ya venía a Madrid y escribía para Triunfo...
P.- De la moderna Barcelona del 92 al Madrid bullicioso del 2004...
R.- Barcelona es la ciudad en la que cualquier joven europeo quisiera vivir, pero muere de su propio éxito. Ha de abrirse más, mentalmente hablando.
P.- No desconocía Madrid. Pero, ¿cómo lo observaba hace cuatro años desde el punto de vista artístico?
R.- Desde hace 20 años Madrid se ha dotado de unas infraestructuras extraordinarias: el Reina Sofía, el Thyssen... Desde la periferia nos parecía que todo se iba a Madrid.
P.- ¿En qué ha cambiado su opinión en este tiempo?
R.- En estos últimos años Madrid ha dado un paso de gigante. Suelo decir que Barcelona es más sofisticado, lleva más años en la cultura de vanguardia, pero Madrid es más dinámico y está lleno de energía positiva.
P.- Gran cambio en la Comunidad. La sala de Alcalá 31 ha despegado.
R.- Mi intención fue programar exposiciones de altura museística y creo que lo hemos conseguido. ¡La mitad ha sido de producción propia!
P.- Han sido importantes algunas exposiciones: ¿En primer lugar, Warhol?
R.- Hicimos Warhol para dar a conocer la sala y ponerla en el circuito.
P.- ¿Qué se pretendió con Erró?
R.- Erró, un grande de la Nueva Figuración francesa, previó que China nos acabaría «invadiendo»... Fue su primera retrospectiva en España.
P.-Sorprendieron Klapheck, Rainer/Roth y Sean Scully.
R.- Ahora que vuelve la pintura y todo tipo de figuraciones... Scully, después de nosotros, ha expuesto en el Metropolitan de Nueva York. Hay quien dice que es el mejor pintor de su generación, y creo que es cierto.
P.- ¡Lo que se recordará es la movida de la Movida!
R.- El catálogo, de 600 páginas y que saldrá en breve, constituirá, esperamos, una aportación fundamental al estudio de este movimiento.
P.- ¿Qué se ha heredado de la Movida, si se ha heredado algo?
R.- Para mí es un poco como Mayo del 68; quien ha pasado por ella no es igual que antes. Y, desde luego, no se puede repetir.
P.- ¿El panorama español se puede mirar en la Echo room?
R.- El arte español, en mi opinión, tiene buenos protagonistas pero su desarrollo es lento porque nuestro país está intelectualmente un poco estancado. Falta el debate, falta información y darse a conocer fuera.
P.- Usted en el Canal ha conservado la fotografía y trajo a la norteamericana Ann Mandelbaum, a Erwin Wurm y a los coreanos...
R.- Un lugar que ya tenía mucho prestigio para la fotografía había que mantenerlo en esa línea.
P.- ¿La fotografía acabará en el Museo del Prado?
R.- La fotografía está en todos los grandes museos del mundo: el Metropolitan, el MOMA, el Musée d Orsay... Ya está en el Reina Sofía y, la del siglo XIX, podría estar perfectamente en el Prado.
P.- ¿Madrid, con PHotoEspaña, en buen lugar en la fotografía mundial?
R.- Sí, aunque a veces hay que hacer menos actividades y mejores. Hay que buscar la calidad, la excelencia, por encima de la cantidad.
P.- Oiga, en la Comunidad, un millón y medio de euros en compras de obras de arte contemporáneo. ¡Un salto cuantitativo importante!
R.- Mucho arte joven, una buena colección de vídeo y arte conceptual.
P.- También, los premios Arco...
R.- Arte emergente, tanto nacional como internacional.
P.- ¿El Centro 2 de Mayo de Móstoles, otro Centro Reina Sofía?
R.- Albergará nuestra colección, muy importante en fotografía y quiere llenar algunas lagunas del Reina, como el arte conceptual español.
P.- Importante suprimir descuentos a la hora de la compra pública.
R.- Las galerías han recibido la iniciativa encantadas. Vender arte contemporáneo en España es aún difícil. Falta mucha educación.
P.- El Centro de Recursos se promete para mediados de abril...
R.- Un lugar de encuentro para la creación. Medios para los artistas jóvenes.
P.- Se critica que mientras otras comunidades, como la catalana o la valenciana, apoyan a sus artistas, en Madrid se les abandona...
R.- Nosotros damos becas cada año; hemos promovido Madrid 06 para comprar arte joven, pero es importante crear infraestructuras.
P.- ¿Cuál debe de ser la nueva frontera?
R.- Para mí, el Centro de Recursos es fundamental. Yo ya lo hubiera iniciado hace tres años, pero no pudo ser...
P.- Y dígame, ¿qué se traería de Barcelona a Madrid?
R.- De Barcelona me traería la seriedad y eficiencia de los catalanes.
P.- ¿Y qué se llevaría de Madrid a Barcelona?
R.- Me llevaría la amplitud de miras, el entusiasmo en las nuevas ideas, las ganas de hacer cosas. El «fenomenal, oiga, fenomenal...».