P. HERRAIZ
MADRID.-
La Policía Local de Coslada acudió hace pocos días a un suceso raro. Los agentes recibieron una llamada de una señora que estaba muy asustada porque su hijo quería pegarla y se había puesto muy agresivo. El suceso ocurrió en la calle de Uruguay en Coslada, donde vivía la denunciante con su hijo.
En la vivienda estaban los dos cuando llegaron los cuatro agentes, una pareja de la Policía Local y otra del Cuerpo Nacional de Policía. La primera sorpresa que se llevaron fue antes de entrar al portal, porque desde la ventana el hijo de la denunciante les arrojó varias piezas de fruta. Su intención era golpearles y evitar que entraran en el edificio, según fuentes de la Policía de Coslada.
Esquivando la fruta, los agentes consiguieron entrar por el portal y subir hasta el piso donde vivía la familia. Allí, la madre les franqueó el paso al interior y les dijo que su hijo, de 31 años, sufría problemas mentales y tenía un día más violento de lo habitual. La agresividad del joven ese día era tal que había amenazado repetidas veces a su madre.
Ya advertidos, los policías entraron en la casa y vieron signos evidentes de violencia en el interior, como muebles destrozados y objetos rotos y tirados por el suelo. Se pusieron a buscar al individuo por el interior del domicilio, pero no le encontraban por ninguna parte.
Amenazas
Entonces, los agentes se percataron de que el joven ya había salido a la calle sin que ellos se dieran cuenta y estaba allí pintando con un bote de spray el coche patrulla de la Policía Nacional. Los policías bajaron a detenerle, pero cuando ya le tenían atrapado y le estaban identificando, el joven pintó con el mismo bote de spray de pintura el uniforme de uno de los dos policías locales.
Durante ese rato y el camino hasta las dependencias policiales, el joven no paró de insultarles y amenazarles, según informaron ayer desde la Policía Local de Coslada. El chico arrestado, identificado como J.C.H., es español y vecino del municipio.
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