FREDRIK DAHL. Reuters / EL MUNDO
TEHERAN.-
El Ejército iraní aseguró ayer que los marinos británicos que detuvo el viernes en el Golfo Pérsico confesaron haber entrado en sus aguas ilegalmente. Sin embargo, el Reino Unido insistía en que fueron apresados dentro del territorio iraquí.
Fuerzas iraníes capturaron el viernes a militares británicos en la boca del fronterizo canal Shatt al Arab. El incidente ha generado una crisis diplomática en un momento en que la tensión entre Teherán, por un lado, y Washington y otras grandes potencias, por otro, es alta debido a las ambiciones nucleares de la República Islámica.
La agencia de noticias iraní Fars señaló que los marinos fueron transferidos a Teherán para que explicaran su «flagrante acción agresiva», pero esto no pudo ser confirmado inmediatamente. Fars también precisó que entre los británicos detenidos figuraban varias mujeres. «Estas personas están siendo investigadas y confesaron que violaron las aguas de la República Islámica de Irán», dijo la agencia ISNA citando a un funcionario militar de alto rango.
El comandante Alireza Afshar afirmó a la radio estatal que los marinos gozaban de buena salud y señaló que «la investigación continúa [...] y no hay ningún problema». El canal de televisión iraní Al Alam lo citó más tarde diciendo que las «confesiones» serían divulgadas pronto, pero no especificó de qué manera. Afshar señaló que los marinos fueron detenidos el viernes por unidades navales de los Guardianes de la Revolución, un ala de las Fuerzas Armadas que tiene el mando separado del Ejército regular.
Londres, por su parte, no divulgó los nombres de los militares detenidos. «Aún mantenemos que estaban en aguas iraquíes cuando fueron capturados», dijo un diplomático británico en Teherán, precisando que desconocía si fueron trasladados a la capital.
El Reino Unido informó de que los marinos que iban a bordo de dos naves de la Armada Real Británica habían realizado una operación de abordaje a un buque mercante en una misión aprobada por Naciones Unidas cuando botes iraníes les rodearon y capturaron. El Gobierno de Londres llamó ayer a consultas al embajador iraní para pedir la inmediata liberación de los militares.
El incidente es similar a otro ocurrido en 2004. En aquella ocasión, ocho soldados británicos pasaron tres noches en manos de los Guardianes de la Revolución por la misma razón antes de ser liberados ilesos.
Pero en esta ocasión las relaciones entre ambos países se encuentran mucho más deterioradas que cuando gobernaba en Irán el reformista Mohamed Jatami. Desde la llegada al poder de Mahmud Ahmadineyad en 2005, Teherán y Londres no han dejado de enfrentarse a causa de la cuestión nuclear y del conflicto en Irak.
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