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| Los terroristas intentan modificar nuestro comportamiento provocando miedo, incertidumbre y división en la sociedad (P. J. Kennedy) |
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| Impresiones |
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| Entre «la crispación prebélica» y el doble rasero |
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Zapatero afirmó ayer que cualquier discriminación del PP a los medios del grupo Prisa sería «una restricción a libertades como el derecho a la información y la libertad de expresión». Felipe González terció también en la polémica, señalando en México que «parece que estamos en un debate político prebélico». A juicio del ex presidente, «hay un clima de crispación política que empieza a calar en la sociedad». Pero esas palabras se las tendría que dirigir al propio Polanco, editor del periódico en el que colabora. ¿O es que acaso llamar «franquistas» a los militantes del PP y decir que este partido busca la guerra civil no contribuye a «crispar» la sociedad? El PP ya ha explicado que no pretende hacer ningún boicot a los medios de Prisa, pero que no acudirá a sus programas ni aceptará entrevistas, como ha hecho el PSOE con Telemadrid. Al magnificar este asunto y presentarse como víctima de «una intimidación», El País está volviendo a criminalizar al PP, al que presenta una y otra vez como un partido intransigente y retrógrado. La estrategia le viene muy bien al Gobierno para tapar sus errores. Rajoy tiene razón al sentirse «enormemente ofendido» y al exigir una disculpa de quien ha insultado al partido que preside. Por otro lado, cuando alguien se niega a acudir a una tertulia convocada por algún medio de Polanco, estamos ante un «chantaje», pero, en cambio, si es un medio de Polanco quien prescinde de un profesional porque no le gusta lo que opina en una tertulia, entonces estamos ante «una contradicción que ha sido superada». El doble rasero no puede ser más evidente.
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