Querida Cayetana...

Y hablando de machismo. ¡Qué espectáculo cutre el del desnudo de Elsa Pataky! Un día me llamó José Luis Garci para invitarme a ver la interpretación de una joven actriz en Tiovivo c. 1950. Era un papel breve que Elsa Patakyinterpretaba con rara perfección. Después, nuestro primer Oscar la situó de protagonista en Ninette dando réplica al gran Carlos Hipólito. Asistí a un pase privado de la película y quedé asombrado por la calidad interpretativa de Elsa Pataky, que es, además, una mujer inteligente, con un gran sentido del humor, y una buena persona. No tenemos remedio. A una actriz excepcional, a una intérprete de alta calidad, se la enfanga como si de ella no importara más que un desnudo fugaz, como si no tuviera otros atributos que los físicos. ¡Qué país, Miquelarena! La verdad, querida Cayetana, es que nos merecemos el gobernante que tenemos.

Querido Luis María...

Tu memoria es frágil. Coincidimos en el pase privado de Ninette y no me hiciste ni caso. Llegaste del brazo de una jovencísima actriz de pelo corto a la francesa y aire de Sybilla, que ahora estará triunfando en Broadway. A mí me había invitado Luis Herrero, que, como sabes, es amigo íntimo de Garci, con quien comparte cartel y dry martinis las madrugadas de los viernes, en el programa de cine de la COPE, Cowboys de Medianoche. La película me gustó, pero sobre todo me gustó Garci: un espíritu limpio, generoso, un punto ingenuo, con una memoria de elefante, un entusiasmo sin límite y una capacidad asombrosa para contar historias. Garci vibra, es libre, es un ejemplo de independencia en un mundo entumecido por la vulgaridad, las subvenciones y la politización.

Pero tú me hablas de las fotos de Elsa Pataky y la verdad es que poco puedo añadir. Sólo que, si de desnudos va la cosa, igual de cutre y bastante más revelador es el que ha protagonizado el presidente del Grupo Prisa. Caretas fuera, Luis María. Jesús Polanco ha decretado que sus medios no pueden ni deben ser neutrales. Que, por encima de su vocación de informar verazmente a los ciudadanos, apoyar un proyecto socialdemócrata o echarle una mano a Zapatero, su objetivo prioritario es impedir que un Partido Popular «que desea que vuelva la Guerra Civil» y organiza manifestaciones de «franquismo puro y duro» pueda volver a gobernar. Supongo que mañana mismo los maquetadores de El País recibirán órdenes de actualizar la mancheta: donde ponía «Diario Independiente de la Mañana» pondrá «Diario Anti-PP desde la Mañana hasta la Noche».

Su portada del jueves ya venía a ilustrar las descalificaciones antidemocráticas del editor con una foto ridícula. El protagonista de la jornada no era ni un Cándido Conde-Pumpido reprobado por policías, jueces, víctimas de terrorismo y sus propios compañeros de la carrera fiscal, ni un Otegi aerotransportado por Zapatero hacia la impunidad, ni un Pernando Barrena dispuesto a revelar los nombres y apellidos de quienes «firmaron» los compromisos que propiciaron el alto el fuego, ni tan siquiera un Sabino Fernández Campo obligado a defender, por segunda vez en su vida, la democracia y el consenso constitucional. No. Según El País, la imagen del día era una solitaria bandera con un patético aguilucho.

Estoy segura de que a muchos trabajadores del Grupo Prisa las declaraciones de Polanco les ofenden. En un mismo acto, ha insultado a la mitad de los españoles, ha obligado a los profesionales de su compañía a renunciar a la imparcialidad y ha purgado a un periodista independiente. Qué lejos queda el maravilloso proyecto editorial que nació con vocación de defender y propagar los valores de la Transición. Cada vez son menos los que desde las páginas de El País pueden mantener posiciones discrepantes con las de su propietario: a Hermann Tertsch lo han echado y Fernando Savater todavía no se ha ido. Como también son cada vez menos los lectores del periódico progubernamental. Por parafrasear a Polanco, muchísimos ciudadanos apoyarían hoy que en España hubiera un periódico de izquierdas, moderno y plural. Yo también.

Y CON ÉL LLEGO EL GRAN ESCANDALO

Querida Cayetana...

Y con él llegó el escándalo. El gran escándalo. Los jueces de la Audiencia Nacional, cabreados por la vejación a la que han sido sometidos, han dicho que hubieran condenado a Otegui. El batasuno Barrenaha exigido a Zapatero que cumpla con los compromisos firmados. ¡Qué espectáculo! El presidente por accidente se encuentra atrapado, está a merced de Eta. A través, tal vez, de Eguiguren, tiene compromisos firmados con la banda terrorista. Uno de ellos, está claro, era la excarcelación de De Juana Chaos; el otro, la libertad de Otegui; los demás, la autodeterminación, la mesa de partidos, la legalización de Batasuna, Navarra. Por eso, ante la actitud de la Audiencia de hacer justicia, Zapatero se desenmascaró ordenando al fiscal general que retirara la acusación. ¡Qué descaro! ¡Qué bajada de pantalones para favorecer el trato! ¡Qué cinismo elevado al cubo!

Todo, todo ha quedado al descubierto: el Estado de Derecho escarnecido por el presidente del Gobierno; la dignidad nacional, pisoteada; las víctimas del terrorismo, marginadas y escupidas. Eso es lo que importa, no lo que pueda decir, en uso de su libertad de expresión, un empresario periodístico. Ciertamente yo discrepo de tus juicios sobre él.

El pasaje Otegui, querida Cayetana, es mucho peor que la pirueta de De Juana Chaos. La rendición ante Eta se ha convertido ya en un hecho consumado. Zapatero está en manos de la banda terrorista. Si se resiste a hacer lo que los etarras dictan, Eta publicará el documento firmado.

Y, claro, Batasuna se ha encampanado. Actúa, no ya como un partido legalizado, sino como una agrupación prepotente, desafiante, agresiva. Es la apoteosis del matonismo y la chulería. Inútil preguntarse adónde vamos a llegar. Estamos ya en el lodo, con la dignidad nacional embarrada, con el Gobierno haciendo escarnio del pueblo español y burla de las víctimas del terrorismo. Ni veladuras ya ni medias palabras. Ante los embustes de Zapatero sólo nos queda decir a la opinión pública, alto y claro, todas estas verdades que tanto escuecen. Nada hay peor para un pueblo que un Gobierno débil.

Querido Luis María...

Tus conclusiones abruman. Volvamos al origen. Te planteo una pregunta y tres hipótesis: ¿Por qué Zapatero, un obseso de las encuestas que suele moverse por motivos estrictamente electorales, se empeña en mantener vivo el proceso de negociación con ETA en contra del criterio de la gran mayoría de los españoles? Hemos visto cómo, ante la mínima oposición y la cercanía de las municipales, el Gobierno ha decidido abortar iniciativas menores como las leyes del vino y del cine. ¿Por qué insiste, entonces, en una política que desmoviliza a los suyos y moviliza a los contrarios, hasta el punto de que en el propio PSOE se teme por la reelección? De Juana y Otegi pesan más que el conjunto del programa electoral.

Primera hipótesis: Zapatero es un gran hombre de Estado que está dispuesto a sacrificar su carrera política en aras de ese bien mayor que es la pacificación de España tras 40 años de violencia.

Entre los defensores de esta opción, Sonsoles en los días buenos.

Segunda hipótesis: Zapatero adolece de un acusado mesianismo, que le lleva a adoptar decisiones estúpidas basadas en una fe inquebrantable en sí mismo. Este trastorno congénito se ha visto agravado por el coyuntural síndrome de la Moncloa, una curiosa enfermedad que se manifiesta en un desprecio olímpico por las opiniones y los sentimientos del ciudadano normal.

He vivido demasiados años en la Recoleta porteña como para dar algún crédito a las justificaciones de diván.

Tercera hipótesis: todo comenzó como una estrategia calculada para alcanzar la reelección perpetua tras un pacto de simbiosis con los nacionalismos que incluía la incorporación de ETA al sistema y la marginación definitiva del PP. Pero el cálculo falló: ETA no es ERC, el PP ha resistido, y la maniobra ha degenerado en un proceso perverso en el que Zapatero ha pasado a ser rehén de los terroristas.

Esto ya me parece más verosímil. Sólo quedarían algunos detalles por dilucidar.

Tú crees, y los propios proetarras afirman, que existen compromisos firmados cuya mera divulgación inhabilitaría a Zapatero de por vida. Otros, más modestamente, piensan que Zapatero ha decidido atravesar este vía crucis de decisiones devastadoras para él y humillantes para todos los españoles porque cree que ETA acabará premiándole con un comunicado que le serviría al PSOE de balón de oxígeno de cara a las elecciones. Pero, ¿llegará ese comunicado? Y, más relevante aún, ¿bastará para compensar la indignación ciudadana ante los privilegios de Otegi y De Juana?

Mucho se ha dicho y publicado estos días acerca del famoso comunicado: el lunes pasado, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llegaron a traducir un texto del euskara al castellano en el que ETA anunciaba la entrega de parte de las pistolas robadas en Francia. Eso sí: mantenía sus exigencias políticas, el recurso a la violencia y el resto de las armas. ¿Un comunicado falso? ¿Un borrador sin autorización de la cúpula etarra? Da igual, Luis María. Lo único que esperan los españoles, porque no son tontos, porque conocen muy bien a ETA y porque ya no se fían un pelo de Zapatero, es la disolución unilateral, total e inmediata de la banda, con la entrega de todo su arsenal. Cualquier otra cosa sería una trampa más.

HUÉRFANA DE TELEDIARIO

Querida Cayetana...

Deberías decir a tus jefes políticos que se desperecen un poco y vean los informativos de La Sexta. García Ferreras es uno de los grandes profesionales del periodismo español. Inteligente, trabajador, eficaz, lúcido, está haciendo unos telediarios demoledores para el Partido Popular. No hay cosa peor que la realidad que se ignora. Me dirás que La Sexta tiene una audiencia baja. Mejorará como la espuma si el resto de los programas se van haciendo con la calidad de los informativos. Ya quisiera disponer el centro derecha en los medios audiovisuales de un hombre tan sagaz y corrosivo como García Ferreras, de alguien que fuera capaz de darle réplica a este gran profesional.

Y siguiendo los dos, tú y yo, por la carretera audiovisual, ¿no se podría detener en parte la propaganda política que desde las televisiones públicas se hace del líder de un partido deslegalizado? A Otegui se le presenta por encima de Llamazares y de Artur Mas, y al mismo nivel de Rajoy. Así, a lo Rosa Regàs. Con dos tacones.

Querido Luis María...

Una suave brisa marina, un pálido sol atlántico, una línea de barcos blancos al bies y un gigantesco plato de mariscos: estaba tranquilamente disfrutando de la primera tarde de primavera en la bahía de Vigo cuando me llegó tu carta. Qué duro. Me restriegas la eficacia de Ferreras y recuerdas la burla cotidiana de Otegi. Es verdad que la base social del PP está prácticamente huérfana de telediario. Y es cierto también que Luis Fernández tiene un concepto muy curioso de la imparcialidad. Entre Otegi, Pepiño y los minutos dedicados esta semana a las guerras de Irak y Vietnam, he llegado a pensar que estábamos mucho mejor con Caffarel.

En todo caso, y devolviéndote la lección sobre la libertad de expresión, te recuerdo que la culpa de que Batasuna aproveche los telediarios que pagamos todos los españoles para promover la causa de ETA no es de los responsables de las televisiones públicas, ni de sus periodistas y profesionales, sino del Gobierno. Es Zapatero, una vez más a través de Conde-Pumpido, quien permite que los portavoces de una organización terrorista convoquen actos, mítines y ruedas de prensa diarios, que los medios de comunicación luego se limitan a cubrir. La impunidad mediática de Otegi sólo refleja su impunidad política y judicial. Una impunidad que merece el cese fulminante del fiscal general del Estado. Y también el castigo del presidente del Gobierno en las urnas.