GERMAN ARANDA
STA. COLOMA DE GRAMENET.-
Ante 600.000 personas, según la Guardia Urbana, y coincidiendo con el 25 aniversario de Radio Teletaxi, Justo Molinero se despidió ayer del parque de Can Zam (en Santa Coloma de Gramenet) como emplazamiento de acogida del festival de la emisora. El escenario contó con la presencia de 43 formaciones musicales de diversos géneros, como Estopa, Julieta Venegas, o Fangoria.
Los aledaños del parque se convirtieron, como cada año, en un constante trasiego de gente. Más de 50 autocares llegaban expresamente de alrededor de toda Cataluña, Andorra y la Comunidad Valenciana y el metro multiplicaba sus usuarios en Santa Coloma. A la cita acudió también el presidente de la Generalitat, José Montilla.
El periplo, sin embargo, del festival en la ciudad colomense ha terminado. Así lo anunció la semana pasada Justo Molinero, quien afirmó: «Hemos cumplido un ciclo en Can Zam». Molinero comentó que «queremos una fiesta en paz», en referencia a las quejas de los vecinos respecto al macroconcierto, aunque expresó que «los colomenses deberían de enorgullecerse de acoger un evento de estas características».
Por su parte, las Asociaciones de Vecinos de Las Oliveras y Singuerlín, barrios colindantes a Can Zam, han solicitado en diversos escritos a lo largo del último año al Ayuntamiento «que no autorice la celebración de ningún acto de estas características en el parque».Los argumentos se refieren al bloqueo de la circulación por culpa de la llegada masiva de automóviles, a la suciedad y a los desperfectos ocasionados en el parque y extendidos a ambos barrios. «Algunos asistentes dañan, más allá del parque, zonas de césped y mobiliario urbano», afirma el presidente de la AV de Las Oliveras, Antonio Vates, que añade que «se está interfiriendo en una vegetación que está empezando a brotar», en referencia al parque.
Can Zam se encuentra actualmente en su segunda fase de reurbanización, que prevé que los terrenos se conviertan en un parque frondoso para la ciudad. La reivindicación de «un Can Zam para el pueblo» la iniciaron algunos colectivos vecinales hace 30 años, ante el desaprovechamiento de una zona que ocupa unas 30 hectáreas. El Ayuntamiento no adquirió los terrenos hasta el 92 y a finales de los noventa se finalizó la primera fase del parque, donde ayer tenía lugar el concierto.
La Plataforma en Defensa del Besòs i la Serralada Marina ha liderado la reivindicación de un parque frondoso. Diego Arroyo, uno de sus miembros, sostiene: «Cada año, nuestra entidad ha reivindicado el traslado del festival. Can Zam no es un marco apropiado, menos aún cuando se tiene que convertir en el pulmón de la ciudad».
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