La teoría del «acuerdo de larga duración» entre las izquierdas, aventada tanto desde CiU como desde el PP, saltó por los aires con la inesperada propuesta de Vendrell. La idea nació en el Consejo Nacional que ERC celebró el sábado, donde se acordó llevar al Pleno extraordinario de esta semana en el Parlament una resolución que considera «agotada» la «vía autonomista», e insta al partido a buscar apoyos para el «soberanismo», en principio entre sus socios en la Generalitat, PSC e ICV.

Pero Vendrell se ofreció ayer claramente a CiU. «Ahora puedo decir formalmente que desde ERC estamos dispuestos, si hace falta, incluso a hacer presidente de la Generalitat a Artur Mas» si está dispuesto a convocar ese referéndum en esta legislatura, dijo en Reus (Tarragona) el dirigente republicano a Catalunya Ràdio. Anunció que su propuesta venía a recoger el guante de Mas, que abogó la semana pasada por una «respuesta conjunta» de los partidos catalanistas si la sentencia del TC sobre la constitucionalidad del Estatuto es negativa.

Vendrell, vicesecretario general de Coordinación Interna de ERC y consejero de Gobernación bajo la Presidencia de Pasqual Maragall, opina que, si se produjera un segundo recorte en el Estatuto, habría que «dejar hablar a la ciudadanía y demostrar el rechazo a esta situación», que calificó de «burla al pueblo catalán» y que, añadió, «ya es insostenible». El portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, ya se posicionó la semana pasada a favor de «ignorar» las decisiones del Alto Tribunal.

En un claro intento de forzar a CiU a explicitar su postura en un asunto en el que la federación siempre se ha mostrado ambigua, Vendrell añadió: «Hace falta una respuesta que no puede ser decir que se debe ir más allá, como desde hace 30 años dice CiU, sino que se debe concretar, y nosotros lo hacemos con la convocatoria de un referéndum sobre la autodeterminación para que Cataluña diga hacia dónde quiere ir».

«Engañando» a la gente

El dirigente de ERC sostuvo que en estos momentos se está «engañando» a la ciudadanía con el Estatuto, un texto para el que su partido pidió el no en el referéndum de aprobación. Por ello afirmó que Esquerra «está dispuesta a ir hasta donde haga falta si desde CiU o desde cualquier otro partido se está dispuesto a consultar y aplicar a fondo la democracia en nuestro país de acuerdo con la jurisprudencia europea y la legislación internacional».

Aunque es consciente de que es imposible que los socialistas apoyen una propuesta de ese estilo, Vendrell añadió: «ERC está dispuesta a hacer este cambio de socios, a no ser que el PSC esté también dispuesto a dar el paso de convocar el referéndum».

En opinión de Vendrell, en la hipótesis de que se realizara la consulta sobre autodeterminación que pide su partido, «si los organismos y las leyes del Estado impiden tirar por este camino» y «quieren mantener a Cataluña dentro, deberán replantearse su legislación, la Constitución», porque esta comunidad «no cabría en ella», y añadió: «Lo que no puede esperar España es tener a Cataluña de rodillas». ERC confía en que la ciudadanía «reaccionará si hay una enésima negación de los derechos» del «país».

Lo que resulta obvio es que Vendrell habló ayer en nombre del partido, y no sólo en el suyo, porque el presidente de ERC y vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, no quiso puntualizarle y se negó a hacer más declaraciones sobre el asunto. Las consecuencias del episodio de ayer son imprevisibles.