MANUEL SANCHEZ
MADRID. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, clausuró la VI Convención Municipal del partido haciendo caso omiso a la recomendación hecha el sábado por José Luis Rodríguez Zapatero de afrontar las próximas elecciones municipales y autonómicas con serenidad, sin caer en insultos o descalificaciones.
Blanco, que tiene ya más que asumido su papel de duro en el partido, se puso los guantes y dio de izquierda y de derecha, al hígado y a cabeza, de frente y de lado. Así, acusó en varias ocasiones al líder del PP, Mariano Rajoy, y a los máximos dirigentes del PP de «estar en un búnker donde sólo se respira frustración y rencor de unos dirigentes fracasados que siguen sin asumir su derrota del 14 de marzo».
Es por esta razón, según explicó Blanco, que la única política que el PP sabe practicar es la del boicot, negándose permanentemente a hablar de los temas que preocupan a los ciudadanos o no apoyando al Gobierno en la lucha contra ETA. «Boicotean todo lo que se mueve y no es de su agrado», dijo «a los jueces, al fiscal general del Estado, a los policías que desmantelan sus conspiraciones, a medios de comunicación, al cava catalán y hasta al intento del Gobierno de acabar con el terrorismo».
En opinión del número dos del PSOE, con esta línea política el PP quiere dividir a España, una vez más, «entre buenos y malos; entre los ciudadanos decentes que van a su manifestación, y los indecentes que no acuden; entre los jueces que les dan la razón, y los que no». Y añadió: «Porque sólo se explica desde el rencor y la frustración de un dirigente incapaz de asumir su derrota el deterioro que está provocando en la convivencia de los españoles».
Para Blanco, toda esta actuación responde sólo al exclusivo deseo del PP de recuperar el poder a costa de lo que sea. Y puso un ejemplo: «Rajoy lleva semanas exigiendo que Batasuna no se presente a las elecciones. No hará falta que se presente, porque Rajoy, pase lo que pase, lo convertirá en el eje central de su campaña. Para Rajoy, Batasuna y Otegi son el espantajo que utiliza para que no se hable de vivienda, de sanidad, de la Ley de Igualdad...».
Tampoco olvidó la Guerra de Irak -«que no es un tema del pasado, sino lo más odioso del presente»-, y arremetió contra la postura de los populares, «porque sólo hay un partido político en el mundo que siga defendiendo la Guerra de Irak: el PP; y sólo una persona que vaya alardeando por el mundo de aquella infamia: José María Aznar».
El único paréntesis que hizo ante tanto ataque al adversario fue cuando pidió a los candidatos socialistas «mirar hacia delante». «Hay que hablar a los ciudadanos de nuestras propuestas, de nuestras ideas», dijo, y vaticinó que, de esta forma, «el 27 de mayo el PSOE gobernará más alcaldías y más comunidades».
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