Manifestación en Lavapiés
Los vecinos de Lavapiés se concentraron el sábado en la plaza del mismo nombre para denunciar la suciedad, el tráfico de drogas y la delincuencia que sufren en el barrio. Las opiniones del debate de hoy se suman a las que se emitieron en la manifestación del día 24, en la que participaron cientos de residentes.
Necesitamos soluciones ya
He vivido durante muchos años en este barrio (mis padres siguen viviendo allí), y de un tiempo a esta parte ha empeorado muchísimo. Las calles están más sucias que nunca, por lo maleducadas que son algunas personas y por la falta de personal de limpieza; ¿cuándo pasó por allí el último barrendero? Las calles son más inseguras que nunca; ¿dónde está la Policía?
Me gusta mi barrio, la mezcla de culturas, el tener todo a mano; me he criado allí y es una pena el estado de abandono en el que se encuentra. De nada sirve que me remodelen una plaza o una estación de Metro o que me construyan un teatro si no conseguimos conservar las cosas o si no ponemos vigilancia (vale, han puesto a los señores controladores del aparcamiento regulado...).
Aparte existe un estado de abandono del que no se puede culpar a los vecinos, que no tienen nada que ver con que las calles no estén asfaltadas o no se arreglen las aceras en años. Yo no alcanzo a recordar cuándo fue la última vez que lo hicieron.
S.
Una zona abandonada y carísima
El centro de Madrid es caro, a pesar de que lleva en su grado máximo de degradación los últimos 20 años. Eso ya está echándonos a los vecinos que llevamos muchos años viviendo ahí.
El metro cuadrado en el distrito centro llega en la mayoría de los casos a los 6.000 euros, y el privilegio consiste en vivir en el centro histórico de la ciudad... rodeados de tráfico de drogas, suciedad, botellón y una degradación absoluta. Es lamentable el abandono del centro de la ciudad por parte del Ayuntamiento.
A.
Un modo oscuro de rehacer el barrio
Eso es multiculturalidad... ¡que no te enteras! Quieren que el barrio se devalúe, y así los vecinos normales acabarán por pirarse de esa zona. Y, cuando eso pase, las autoridades echarán a patadas a los artífices de dicha devaluación... Será entonces cuando conviertan Lavapiés en un barrio caro y céntrico, sólo para privilegiados. Así pasó en Nueva York y así pasará en Madrid.
N.
Hace falta más presencia policial
A mi juicio, uno de los mayores problemas es la falta de presencia de la Policía Municipal en el barrio, y eso es competencia del Ayuntamiento. Cuando de vez en cuando aparece un coche de policía los camellos salen corriendo y los agentes se sonríen por el trabajo bien hecho. Pero, tras su marcha, los que huyeron regresan a su punto de venta. Por otra parte, hay que aclarar que la multiculturalidad no es sinónimo de tráfico de drogas y delincuencia... Aseguro que la mitad de los yonquis y camellos que venden de todo en la plaza de Lavapiés y en sus calles son españoles, nacidos en Madrid, capital de España. Lo conozco de primera mano.
I.
Ese lugar es lo que ha sido siempre
Lavapiés es un barrio popular caracterizado desde prácticamente siempre por: la emigración masiva, antes de procedencia aldeana -nuestros tíos, abuelos y demás-, hoy otros en busca de lo mismo; los negocios más o menos lícitos tanto al por menor como al por mayor; ese trazado encantador de arrabal urbano que tanto gusta a los que dicen que vivirían allí pero no viven, y una manifiesta escasez de servicios (preguntadle a los padres con críos pequeños). En definitiva, se dan en él fenómenos que podemos ver en varios barrios más o menos céntricos de numerosas ciudades europeas. Cada uno de ellos evoluciona de una manera distinta, pero pensar, como algunos vaticinan, que un día lloverán esmeraldas del cielo es sólo el cuento de la lechera... Los barrios son entidades vivas que evolucionan en función de la capacidad urbanística (de cultura, no de negocio) de quienes gobiernan y del civismo de quienes los pueblan.
P.