L. F. DURAN
Un millar de ciclistas participó ayer en la IX edición del Rally de los Embalses organizado por la Peña Ciclista Rompepiernas de Galapagar. El recorrido se modificó en esta edición debido a que el embalse de Valmayor alcanza un nivel de capacidad del 93% y era imposible bordearlo por su extremo oeste. Por tanto, se invirtió el trazado habitual y comenzó en Galapagar para dirigirse a la urbanización de Los Ranchos, Villanueva del Pardillo, Colmenarejo, urbanización de los Arroyos y subir de nuevo hasta Galapagar.
La prueba comenzó con más de media hora de retraso debido a la demora en la entrega de dorsales por parte de la Federación Madrileña de Ciclismo. Por este asunto hubo varias quejas.
Asimismo algunos corredores lamentaron las vueltas que se dieron hasta coger la primera senda del tour de 49 kilómetros.
La organización también decidió eliminar en los primeros kilómetros un descenso peligroso por un cortafuegos. Sin embargo, se produjeron diversas caídas sin importancia en la primera bajada.
Hubo seis controles de corredores y otros tantos avituallamientos donde sobró la bebida pero faltó fruta para los más rezagados. Otro aspecto a mejorar es la presencia de más servicios técnicos en el recorrido para ayudar a resolver las frecuentes averías.
Con todo, el recorrido fue divertido y estuvo muy bien señalizado por los promotores, sobre todo en los cruces más peligrosos del trayecto. También hay que resaltar el entusiasmo de los voluntarios y los organizadores que deben pulir algunos de estos defectos que no desalentaron a ninguno de los participantes.
Destacó la presencia masiva de corredores de los equipos de la Peña Ciclista Rompepiernas, Mamoth y Karacol. Todos los corredores recibieron una medalla conmemorativa al terminar la prueba.
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