BILBAO.-
Las empresas de grúas del País Vasco amenazan con realizar paros en Semana Santa en protesta por lo que consideran el incumplimiento de los acuerdos que pusieron fin a la huelga de agosto de 2004.
Las empresas prevén «paradas técnicas» que afecten a ciertas compañías de seguros en protesta por la «deficiente» situación de estas compañías de asistencia en carretera y el «no cumplimiento» por parte de las aseguradoras y clubes de asistencia del «espíritu de mejora» pactado en el último conflicto, informa Europa Press.
Las grúas de esta comunidad realizaron ayer un primer acto de protesta con la concentración de aproximadamente medio centenar de grúas, incluidas algunas de regiones limítrofes, durante toda la mañana del domingo junto al puente de Euskalduna en Bilbao.
Además de anunciar que estas movilizaciones tendrán continuidad en Semana Santa, los gruístas también advirtieron de que se podrían extender al resto de comunidades autónomas por considerar que no se han cerrado los conflictos de 2004 y 2005.
Según informaron fuentes de la Asociación Vasca de Asistencia en Carretera (Abeac), la actitud mostrada por las compañías aseguradoras y autoclubes durante el último año vuelve a ser similar a la que provocó los paros de agosto de 2004 y enero de 2005.
Este colectivo denuncia que la Administración les ha obligado a llevar tacógrafos, con lo que se les encarece el servicio un 100%. «Antes una grúa podía estar trabajando 24 horas y ahora sólo ocho o nueve horas», señalaron, para destacar que por las características de su trabajo «no se sabe cuándo va a haber averías o accidentes», por lo que defienden su prestación de servicio las 24 horas.
«Además de la insuficiencia de las tarifas, que no permiten la prestación del servicio en las condiciones que el consumidor sí paga y merece, algunas compañías incluso han reducido las tarifas o han modificado las condiciones contractuales, exigiendo mayores prestaciones», denunciaron. Según la asociación, la supervivencia de las empresas y el mantenimiento de los puestos de trabajo hacen que se planteen de nuevo medidas de concienciación y presión.
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