La Fiscalía pide 20 años y nueve meses de cárcel para un vecino de Manresa (Barcelona) acusado de abofetear a su hijo de dos meses y lanzarlo contra la pared al menos dos veces, hasta causarle la muerte, una noche de borrachera en su casa y mientras su esposa se encontraba en el hospital por un intento de suicidio.
La Audiencia de Barcelona inició ayer el juicio contra, Franz R.V.M., de 26 años y de nacionalidad boliviana, acusado por la Fiscalía de los delitos de violencia doméstica y del asesinato de su hijo de dos meses.
Los hechos se produjeron la madrugada del 5 al 6 de febrero de 2005 cuando Franz R. se encontraba en su domicilio al cuidado de su hijo. Tras acostarse en estado de embriaguez, el llanto de su hijo le despertó y, según la Fiscalía, «esto le irritó» y procedió a golpear al menor para que cesara su llanto.
Según sostuvo la fiscal, el acusado abofeteó al bebé y, al ver que no callaba, «consciente de la indefensión y de su fragilidad», le «estrelló» contra la pared golpeándole al menos en dos ocasiones «con gran fuerza» y provocando un traumatismo que le ocasionaría la muerte horas más tarde.
Cuando hacia las diez de la mañana del día siguiente Franz R.se dirigió a la cuna del bebé vio que no respiraba y, tras alertar a sus compañeros, lo llevó al Hospital donde llegó ya cadáver.
Estos hechos, según la defensa, no pueden calificarse como un asesinato sino como una «falta por imprudencia leve», ya que, según la abogada, la actuación de Franz, «desbordado por la situación», fue «descuidada». No obstante, la letrada propuso una pena alternativa de dos años de cárcel si se le considerara culpable de un delito de homicidio imprudente.
En su declaración ante el tribunal, Franz R. aseguró que no recordaba lo que había sucedido esa noche porque, según relató, estuvo bebiendo hasta altas horas de la mañana junto con siete compañeros del piso y aseguró no saber ni cómo había llegado a su dormitorio.
«No recuerdo nada de esa noche», añadió el acusado, quién sí admitió que a la mañana siguiente tuvo un «flash» -refiriéndose a un vago recuerdo de que su hijo había llorado esa noche y «tal vez le cogí y se me cayó», admitió.
Al ser preguntado por la fiscal sobre los cuidados que dio a su hijo esa noche, Franz R. explicó que le dio el biberón, le cambió el pañal y lo puso en su cuna. «Estuve siempre pendiente de mi hijito», insistió a preguntas del fiscal.
Asimismo, el acusado admitió que le resultó «extraño» que el bebé no se hubiera despertado cuando él se levantó ya a media mañana. Según consta en autos, el menor murió por un traumatismo encefálico con fractura del cráneo y por una hemorragia interna.