ELENA CUESTA
BARCELONA.-
El visitante debe pasearse entre uvas, granadas, nueces, verduras y toda suerte de alimentos y animales de caza sin poder catarlos. Pero no podrá evitar comérselos con la vista.
El Museu Nacional d'Art de Catalunya (Mnac) expone hasta el 24 de junio Natures mortes. De Sánchez Cotán a Goya. A l'entorn de la Col·lecció Naseiro adquirida per al Prado, un recorrido por las principales creaciones del bodegón español, un género que los pintores cultivaron con tanto perfeccionismo que el espectador es capaz de contar las plumas de las aves, oler las flores de los jarrones, apreciar la textura granulada de la piel de las naranjas y apreciar el punto justo de maduración de la uva.
La mayoría de las 60 piezas pertenecen a la Colección Naseiro -que el Estado adquirió para el Museo del Prado hace casi un año por un valor de 24 millones de euros-, pero la exposición se complementa con otros bodegones del Prado y 14 óleos del Mnac, entre los que destacan los zurbaranes.
La exposición, comisariada por Maria Margarida Cuyàs y Javier Portús y patrocinada por el BBVA, mantiene un orden cronológico y empieza en 1602, con un óleo de Sánchez Cotán. Hasta llegar a las telas de Goya -por lo que la exposición abarca hasta principios del siglo XIX-, el visitante dejará que se le abra el apetito con las composiciones de Juan van der Hamen, Juan Fernández, El Labrador, Luis Meléndez, Tomás Hiepes, Juan de Arellano y Pedro de Camprobín, entre otros. Todos ellos, auténticos fotógrafos de la vida cotidiana en las cocinas.
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