El PSC va a hacer todo lo que esté en su mano para evitar que vuelvan los tiempos nada lejanos de las «turbulencias» políticas provocadas por sus continuas desavenencias con Esquerra.
Por eso, lejos de entrar al trapo, los socialistas minimizaron ayer la oferta que ERC ha hecho a CiU para entregar a los nacionalistas el control de la Generalitat a cambio de que Artur Mas y los suyos se avengan a someter a referéndum la independencia de Cataluña.«No le vamos a dar más importancia», dijo ayer el portavoz parlamentario del PSC, Miquel Iceta, tras la reunión de la Ejecutiva de su partido.
«Los de ERC son como son», añadió Iceta parafraseando el eslogan electoral del partido independentista. El portavoz socialista se mostró escasamente preocupado por el hecho de que su principal socio de gobierno esté dispuesto a venderse al mejor postor y afirmó que el PSC «mantiene todavía la confianza en ERC», puesto que entre ambas formaciones -y también ICV-EUiA- «hay un acuerdo escrito para cuatro años al que nos atenemos».
La actitud pública del PSC concuerda con la estrategia diseñada por el presidente de la Generalitat, José Montilla, para evitar a toda costa discrepancias que pongan en entredicho la supuesta cohesión del Govern. Sin embargo, los socialistas, en privado, han pedido «lealtad» al partido de Josep LLuís Carod-Rovira, según explican fuentes de la formación independentistas.
Y es que la propuesta de Esquerra no deja de ser desestabilizadora a pesar de que nadie se la ha tomado en serio. El principal objetivo de los independentistas no es otro que el de desactivar la estrategia de los convergentes. El discurso de CiU en los últimos tiempos es altamente soberanista. Sabedor de que va a chupar banquillo de oposición durante mucho tiempo y de que, por tanto, no tiene nada que perder, el partido de Artur Mas se ha presentado como el único de los catalanes con auténtica ambición nacionalista.
Un día tras otro, los republicanos han tenido que oír como se les acusaba de haberse vendido por el poder y de haber renunciado a luchar por los intereses de Cataluña. A sólo dos meses de las municipales, Esquerra no podía dejar que esta idea se extendiese entre los electores. Por eso, contraatacó el domingo lanzando una oferta que sabía que Mas iba a rechazar.
Fuentes de ERC explican que Carod ya habló en su día con Mas de la posibilidad de celebrar un referéndum sobre la autodeterminación de Cataluña, pero que el líder de CiU la rechazó señalando que sería ilegal y que su partido no está dispuesto a cometer ilegalidades.
Consciente de que Mas no va a cambiar de opinión, la cúpula de Esquerra desarrolló el fin de semana su propio plan de ataque.Decidió que fuese Xavier Vendrell, número tres del partido, quien lanzase el órdago, para no comprometer a Carod y a Joan Puigcercós, pues ambos forman parte del Govern y deben cuidar las formas.
De ahora en adelante, y una vez rechazada la oferta, CiU no podrá alegar que es más nacionalista que Esquerra y la estrategia de Mas quedará desactivada. Sin embargo, en el PSC ya se están preparando para alguna otra andanada del mismo estilo por parte de ERC habida cuenta del periodo electoral que se avecina.