El concierto, organizado por Grönemeyer para el 7 de junio, se enmarca en los actos de una contracumbre en la que participarán una cuarentena de asociaciones antiglobalización, ecologistas y sindicatos, a unos 30 kilómetros de Heiligendamm.

La cumbre alternativa, que se espera que reúna a unos 100.000 manifestantes, reclama una economía mundial más responsable, así como que las ocho potencias económicas y políticas que forman el G-8 tomen medidas acerca del calentamiento planetario, la lucha contra la pobreza, la migración y las relaciones entre Norte y Sur.

El cantante de U2, Bono, aseguró el pasado fin de semana durante la entrega de los premios Echo en Berlín que en los próximos meses iría «de vacaciones» a Heligendamm con «el gran» Herbert Grönemeyer. En su discurso de agradecimiento, el carismático músico -propuesto para el premio Nobel de la Paz en varias ocasiones- recordó la última reunión del G8 que acogió Alemania. «Fue en Colonia en 1999. En aquella ocasión Radiohead y Die Toten Hosen unieron sus fuerzas con la gente de la Iglesia. Hasta el papa Juan Pablo II se puso mis gafas».