Se cumplen la próxima semana 19 meses desde que comenzara el asalto por el control de Endesa y ha cambiado tanto la batalla y los protagonistas que se ha convertido en un culebrón para accionistas y ciudadanos.
¿Quién manda ahora en Endesa?
De momento, su presidente, Manuel Pizarro, nombrado en la etapa del Gobierno del Partido Popular. Gobierna el consejo de administración en el que el único accionista de peso, la entidad Caja Madrid, sólo cuenta con dos representantes para su 10% del capital. Hay dos empresas que tienen más acciones que la caja: el grupo italiano Enel con un 24,9%, bajo control; y la empresa española Acciona, con un 21%. Pero ninguno de los dos puede influir en la gestión de momento.
¿A quién se puede vender acciones?
Un accionista de Endesa puede vender sus títulos todos los días con una cotización fluctuante. Si quiere asegurar un precio, la única Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) vigente sobre la mesa es la del grupo alemán E.ON, que está en la recta final de la operación tras haber superado los obstáculos de los últimos meses. Estos fueron impuestos por el Gobierno español, que prefería que Endesa fuera comprada por Gas Natural. No obstante, la gasista controlada por La Caixa se retiró el pasado enero de la carrera por no poder competir en precio con E.ON.
Enel y Acciona se comprometieron ayer a que, si fallara la OPA alemana, lanzarían otra oferta pública en el futuro con un mínimo de 41 euros por acción, uno más que E.ON. Pero la Comisión Nacional del Mercado de Valores ya afirmó el pasado viernes que esta oferta conjunta hispano-italiana no podría comenzar antes de seis meses y que no debían anunciar nada hasta entonces.
¿Han jugado limpio los compradores?
El asalto a Endesa no ha sido un modelo de transparencia para los inversores. Empezó Gas Natural con una OPA hostil a 21,4 euros por acción que los analistas e inversores consideraron, pronto, insuficiente. E.ON apareció en escena cuando quedaba poco tiempo para que Gas Natural entrara en la teórica recta final y ofreció inicialmente 27,5 euros. Era el 20 de febrero de 2006.
Cuando E.ON lograba superar, con apoyo de la Comisión Europea, los obstáculos del Gobierno, apareció de pronto en escena Acciona. La constructora que preside José Manuel Entrecanales se hizo, en operación relámpago, con el 10% de Endesa con intención de llegar al 20% pagando más de 32 euros por acción. Era el 25 de septiembre de 2006.
E.ON, en 24 horas, decidió subir de 27,5 euros a 35 para responder al ataque. Acciona podía legalmente tomar esa participación en Endesa, porque aseguraba que no tenía intención de controlar más del 24,9% de la eléctrica. Si hubiera anunciado que quería el control mayoritario, habría tenido que esperar, como E.ON, a lanzar la oferta antes de adquirir títulos.
Pasaron los meses y el mercado esperó a ver si Acciona, con bendición del Gobierno, lograba aliados suficientes como para impedir que la OPA de E.ON triunfara. Estos aliados no aparecieron y el grupo alemán parecía tener todas las de ganar hasta el 27 de febrero.
Ese día, Enel, cuyo primer accionista es el Ministerio italiano de Economía, compró en operación relámpago el 9,99% de Endesa con intención de llegar al 24,9%. Parecía el caballo blanco esperado por Acciona para derrotar a la alemana E.ON, pero italianos y españoles negaron que estuvieran concertados. Menos de un mes después, han anunciado una OPA conjunta para torpedear la operación alemana. E.ON ha respondido elevando su oferta, por tercera vez, a 40 euros, tras estudiarlo durante 72 horas y recibir un permiso excepcional de elevar su oferta.
¿Qué consecuencias tiene para accionistas y consumidores?
Para los accionistas que están esperando hasta el último momento, las consecuencias son buenas, porque cada vez sube más la cotización en el parqué. Los que vendieron a Acciona a 32 euros en el mes de septiembre o a Enel en el mes de febrero a 39 euros, se sentirán engañados. También los que creyeron que el gigante alemán E.ON ya no podría mejorar. En cuanto a los consumidores, está claro que el que gane la pugna habrá invertido más de 20.000 millones de euros y querrá recuperarlos en las futuras tarifas.