O. TORRES
BILBAO.-
La comparecencia de los dirigentes de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi y Rufino Etxeberria ante el juez instructor se sujetó a un estricto guión, después de la sorpresa que supuso la convocatoria de una concentración de apoyo en las inmediaciones del Palacio de Justicia. Otegi defendió ante las puertas del tribunal que la Ley de Partidos forma parte de las «viejas recetas» y que es necesario un acuerdo político entre las formaciones políticas vascas. Mientras, un centenar de simpatizantes coreaba gritos en favor de Batasuna y portaba pequeños carteles con el lema «Alderdi legeari ez! Akordio politikoa orain [No a la Ley de Partidos, acuerdo político ahora]».
«La izquierda abertzale acude hoy, otra vez, a un tribunal de Justicia, entre comillas, como consecuencia de la política que se aplica a través de la Ley de Partidos y de un intento de acoso permanente a la izquierda independentista vasca», dijo Otegi ante decenas de periodistas y entre los aplausos de sus seguidores.
El líder de Batasuna insistió en «la coyuntura muy importante» que vive la política vasca y recordó que la izquierda abertzale «ha puesto sobre la mesa una propuesta política para superar el conflicto», en referencia al documento que propone la creación de una autonomía vasco-navarra.
Otegi y Etxeberria acudieron puntuales a la cita con el juez, acompañados por la abogada Jone Goirizelaia y un grupo de fieles. El líder de Batasuna se negó a contestar a las preguntas del juez y de las acusaciones. Se limitaron a leer una nota en la que señalaron que se reunieron con el lehendakari en el ejercicio de sus derechos políticos y civiles.
Mientras los concentrados esperaban a los dirigentes de Batasuna, el presidente del Tribunal Superior, Fernando Ruiz Piñeiro, accedió al Palacio entre abucheos e insultos. Éstos arreciaron con la entrada y la salida de los miembros del Foro Ermua, entre ellos Antonio Aguirre e Iñaki Ezkerra, y de Dignidad y Justicia, entre los que se encontraba su presidente, Daniel Portero.
Los ertzainas no necesitaron emplearse a fondo para evitar que los insultos que cruzaron una y otra parte derivaran en agresiones y se limitaron a acompañar a los miembros de las asociaciones a un hotel.
Otegi también saludó, al abandonar el Tribunal, a los miembros de la plataforma 18/98 de apoyo a los procesados por su supuesta pertenencia al entorno de ETA. La mayoría de los concentrados abandonó el lugar los minutos siguientes sin que se registraran más incidentes.
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