Fernández Palacios precisó que el proyectil está en la séptima planta, tres pisos más arriba que la embajada, y que los miembros de la misión de la ONU en el país africano, Monuc, les han trasladado que el personal de la legación podría regresar a su sede hoy.

Por el momento, Fernández Palacios, junto a su número dos, el oficial de comunicación y algunos miembros del personal de seguridad trabajan de forma «permanente» en la residencia del embajador para atender las necesidades de los ciudadanos españoles. El embajador precisó que el edificio no abrirá al público congoleño hasta dentro de «un par de días».

El jueves pasado, las 21 personas, entre españoles y congoleños, que componen la plantilla de la embajada española en la capital de la República Democrática del Congo tuvieron que ser desalojadas por el contingente militar uruguayo enmarcado dentro de la misión de la ONU, después de que un obús impactara contra la propia legación española.

El ataque fue consecuencia de los violentos enfrentamientos que se desataron a mediodía entre las fuerzas congoleñas leales al candidato presidencial Jean-Pierre Bemba y las del actual presidente, Joseph Kabila, en las inmediaciones de la residencia del primero.

Fernández Palacios informó ayer de que ese mismo día el contingente uruguayo evacuó a una ciudadana española alojada en un hotel próximo a la base militar de N'dolo, en Kinshasa, donde se registraron fuertes combates.

Evacuación

Un día después, blindados de la policía india de Naciones Unidas sacaron, gracias a las gestiones diplomáticas españolas, a las hermanas Teresianas de su residencia, por encontrarse en medio de los combates, lo que las convirtió en blanco de los disparos.

Mientras que la ciudadana evacuada del hotel se encuentra ahora en casa de unos amigos, las hermanas tenían previsto regresar a su residencia ayer mismo.

Cerca de 300 misioneros españoles trabajan actualmente en la República Democrática del Congo. Los religiosos pertenecen a 25 congregaciones femeninas y 10 masculinas, aunque la mayor parte de ellos no está en la zona de Kinshasa donde se ha desatado el conflicto, según precisó el servicio de información de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de España, que, además, señaló que la presencia de los misioneros españoles ha sido «constante durante más de un siglo, a pesar de las terribles desgracias que han asolado a este inmenso país».