A las siete de la mañana hay vida y generalmente viaja en coche en busca, sin quererlo, de embotellamientos. La M-30 se convierte en una ratonera en la que lo mejor que se puede hacer es poner el piloto automático del vehículo y anestesiarse con el sonido de la radio. Después del fiasco de la inauguración el viernes del túnel norte del by-pass sur de la M-30, la infraestructura pasaba hoy la prueba de fuego de los conductores. A las dos horas del bautismo el túnel se colapsó en la salida de la glorieta de Pirámides. El motivo, según se explicó desde el Consistorio: la hora punta, la amplia curiosidad de los conductores que querían conocer la carretera nueva, el desconocimiento... Escojan la que mejor les cuadre, aunque el semáforo a la salida del túnel y las obras en la vía de acceso a Marqués de Vadillo fueron cruciales.
Ayer había que comprobar si todo aquello fue un espejismo o es que alguien se había equivocado. Lo cierto, es que los conductores no dieron oportunidad de saberlo, ya que mayoritariamente optaron por la teoría del «más vale malo conocido...» Es decir, que decidieron no jugársela, salir con tiempo, y acudir al trabajo por el recorrido de siempre. A las 7.15 horas la M-30 está casi parada en sentido norte y se circula con más o menos fluidez en el sur. Desde control de tráfico del Ayuntamiento, aseguran que ése es el flujo normal por las mañanas, mientras que por la tarde es en sentido inverso.
A primera hora de la mañana, el acceso al bypass sur desde la A-3 se hace sin muchas dificultades. Hay que andar con ojo por aquello de los frenazos imprevistos pero nada que ver con lo que se ve en la M-40 donde los coches casi no se mueven. La boca del túnel está despejada pero la gran cantidad de coches que van en dirección a Madrid no la toman. Un mínimo porcentaje de ellos opta por hacer el trayecto bajo tierra. Los 7,5 kilómetros del túnel se recorren sin dificultades. Esta vez sí, como decía el alcalde el viernes, en poco más de cuatro minutos se llega hasta el enlace con el otro túnel que discurre paralelo, a la altura del estadio Vicente Calderón. Los carteles informativos de salidas están, en esta ocasión, tapados. La salida hacia Virgen del Puerto se hace sin muchas dificultades y la dificultad viene al tratar de volver a la M-30 para dar la vuelta.
La vía de circunvalación se convierte en un rally en el que los conductores demasiado hacen con no salirse. El embotellamiento es considerable hasta pasado el Puente de Ventas. A las 8.05 horas la cosa no cambia mucho bajo tierra ni en superficie: fluidez y atasco monumental, respectivamente. Los turismos optan por la salida tradicional, la de todos los días, el camino en superficie, en lugar de entrar por la boca del túnel en la avenida del Mediterráneo. En el interior, nada cambia. Algunos conductores pisan el freno para ralentizar la marcha y no equivocarse de salida. Los pocos coches que han decidido conducir bajo tierra, lo hacen sin dificultades. En un abrir y cerrar de ojos aparece la salida por la glorieta de Pirámides. Esta vez no hay rastro de atascos ni de agentes de movilidad para ordenar el tráfico. El camino de retorno, del volver a empezar, pasa por Marqués de Vadillo. A las ocho de la mañana el tráfico de la M-30 no presenta muchas diferencias con el de otras jornadas. Así lo reflejan los rostros de los conductores, unos de ofuscación, los más nerviosos, y de resignación, en los habituados. En el Puente de Vallecas, los turismos hacen lo que pueden para situarse lo mejor posible en la vía. El motivo, tratar de llegar lo más rápido posible a su lugar de destino.
La mañana ya ha levantado la persiana y el sol se cuela entre unas nubes densas. A las 9.02 horas de la mañana se mantiene la tónica matutina en el acceso al bypass. La mayoría opta por conducir en superficie y pocos tomar el túnel. El tráfico bajo tierra es calcado al de las anteriores pasadas. Lo único que cambia es el tráfico en superficie, que a medida que entra la mañana va desapareciendo. A las 9.35 horas todo sigue igual y, afortunadamente para algunos, el recorrido tradicional en sentido norte gana velocidad.
Al mediodía, a las dos de la tarde, los que van a su casa a comer intensifican el tráfico del bypass, pero no llegan a colapsar la vía, como ocurrió el viernes. Ahora sí se notan las retenciones en la salida de la glorieta de Pirámides pero no muy importantes. Al igual que en la mañana, muchos conductores toman el viejo trayecto en superficie. La hora punta por la tarde, a las 19.35: la M-30 en sentido norte está colapsada pero los conductores no acaban de decidirse a tomar el bypass sur. En comparación con la mañana, hay más coches, pero no los suficientes como para provocar graves retenciones. La circulación es fluida.
7.15 HORAS: EL SENTIDO NORTE DE LA M-30 ES UN ATASCO.
A primera hora de la mañana los conductores se echan en masa a la vía de circunvalación. Los que acceden desde la A-3 optan, mayoritariamente, por tomar el camino tradicional, en superficie, en lugar de recorrer el túnel norte del by-pass sur. En poco más de cuatro minutos se llega a Pirámides.
8.05 HORAS: CONTINUA LA FLUIDEZ EN EL 'BY-PASS SUR'.
Mientras el embotellamiento de la M-30 en sentido norte es generalizado, muy pocos coches optan por tomar el atajo al sur. El trayecto se hace rápido y sin problemas. La tranquilidad se mantiene a lo largo de la mañana hasta el mediodía, que se rompe por la hora de la comida.
14.05 HORAS: RETENCION EN PIRAMIDES PARA IR A COMER.
La salida del by-pass sur hacia la glorieta de Pirámides experimenta gran densidad de tráfico. El túnel no llega a colapsarse como ocurrió el viernes, el día de la inauguración de los 7,5 kilómetros de esta infraestructura, pero sí hubo una intensidad circulatoria importante.
19.35 HORAS: NORMALIDAD EN EL REGRESO A CASA.
El fin de la jornada no trajo mayores problemas para el by-pass. Parece que los conductores prefirieron llegar a casa a la hora esperada que experimentar nuevas rutas. Esto hizo que el túnel no sufriese importantes problemas de congestión circulatoria y todo discurrió con normalidad.
