El urbanismo de Madrid, portada de diarios locales durante meses y arma arrojadiza permanente entre políticos de la región, tuvo ayer un momento de reflexión, un posible punto inicial para la conquista de soluciones en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
En una de sus salas, por donde pasarán todos los candidatos al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid en los próximos días, el decano de la entidad, Ricardo Aroca, moderó la intervención del primero de los invitados: Angel Pérez.
El recién nombrado candidato a la Alcaldía por Izquierda Unida criticó el modelo de ciudad que ha desarrollado durante su gobierno el equipo de Alberto Ruiz-Gallardón. Pérez aseguró que el proyecto del PP para la capital está «hecho desde el aire y que en él predomina el diseño y la utilización mercantil del suelo por encima de las necesidades de los ciudadanos». «Los habitantes no son protagonistas sino clientes de este sistema», afirmó.
El propio Pérez destacó «la dualidad social» que existe en Madrid, clasificada en el puesto 23 de las ciudades más ricas del mundo, pero cuya situación social «está lejos de estar entre las mejores». «El mejor ejemplo de esta doble realidad se observa en el fracaso escolar, que es de un 29% en los centros públicos, frente a un 6% en los privados. Además, muchos barrios no tienen biblioteca pública y los jóvenes emplean el 75% de su sueldo en pagar las caras viviendas de la región», apostilló.
A continuación, el candidato de Izquierda Unida puso sobre la mesa algunas de las posibles soluciones a los asuntos más problemáticos que afectan a la capital, aunque reconoció que «no existen varitas mágicas para los temas más complejos», como el relacionado con el transporte.
«Creo que para solucionar el tráfico de la ciudad sería necesario fomentar aun más el transporte público, así como desarrollar el ferrocarril [responsabilidad que atribuyó al Gobierno central] y crear un tranvía ligero que penetrara hasta el centro sin las cortapisas que supone el desplazamiento por carretera. Sería bueno también facilitar la intermodalidad de transportes y el unipersonal [moto, bicicleta...] y crear rutas transversales en la corona metropolitana de la región», opinó. Otra de las posibles soluciones que desglosó Pérez sobre el ingente problema del transporte en la región se vincula a «la necesidad de revitalizar los barrios», que él mismo denunció.
«Si todo el mundo tuviera los equipamientos básicos a 10 minutos de casa se solucionarían gran parte de los problemas de transporte, así como el enorme colapso que se produce en el centro», concluyó.
Pérez denominó a la actual Madrid como una ciudad «centralizada y centralista, de atentados contra el urbanismo», que necesita un nuevo modelo de participación en el que las juntas de distrito tengan más competencias y donde existan más recursos para deuda social. «Izquierda Unida cree que es necesaria una sintonía entre Ayuntamiento y Comunidad que ahora no existe». «Además, nuestro partido pretende unir los espacios naturales que rodean Madrid en torno a la M-40, mantener el tejido industrial que queda y crear un parque público municipal de viviendas de alquiler», explicó.
Angel Pérez, que se mostró en todo momento sincero (quizá demasiado para estar en precampaña), dijo que su partido no disfruta de las mismas oportunidades que el resto de fuerzas políticas. «El PP ha acabado con la política, aunque tengo que reconocer que la derecha de Gallardón es valiente». «IU es una fuerza modesta, pero necesaria para la transformación del propio modelo de la izquierda», finalizó.