Hace ahora ocho años la OTAN bombardeaba Kosovo y prometía «desestabilizar, degradar, devastar y destruir» las fuerzas de Slobodan Milosevic. Quienes entonces intervinieron en la provincia serbia apoyan ahora el plan para su independencia.
El enviado de la ONU, Martti Ahtisaari, utilizó esta palabra, evitada con cuidado hasta ayer, y recomendó en una carta al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, la «independencia tutelada» como «la única opción para un Kosovo políticamente estable y económicamente viable». EEUU y la UE declararon su «pleno» y «fuerte» respaldo a la propuesta del ex presidente finlandés, mientras se preparan para el despliegue internacional que gestionará la pequeña región de mayoría albanesa durante años.
Javier Solana, jefe de Política Exterior de la UE y que en marzo de 1999 ordenó el bombardeo como secretario general de la OTAN, pidió una resolución de la ONU «lo antes posible» para acabar con la incertidumbre de la provincia, ahora protectorado de Naciones Unidas.
Serbia, que reiteró su oposición a la independencia, saldrá definitivamente de Kosovo, pero el Gobierno de Pristina tendrá poderes muy limitados, porque, como reconoce Ahtisaari, su capacidad para «la protección de minorías, el desarrollo económico y la reconciliación social por su cuenta es aún limitada».
La UE desplegará la mayor misión de su historia con, al menos, 1.300 policías, jueces y agentes de fronteras, y la OTAN se quedará en Kosovo con más de 16.000 soldados (bajará el número cuando la seguridad lo permita). Además, la Comisión Europea repartirá fondos de ayuda y la OSCE, este año presidida por España, mandará sus observadores. Una oficina europea-estadounidense, encabezada por el holandés Peter Feith, representante de Solana, supervisará el proceso.
El despliegue necesita el mandato del Consejo de Seguridad, pero Rusia, con poder de veto y reticente a la independencia de Kosovo, no tiene prisa por empezar. Los negociadores más optimistas vaticinan que se votará una resolución en abril, los Veintisiete aprobarán su operación en junio y, antes de que termine el verano, se creará el nuevo pseudo-Estado plagado de diplomáticos y funcionarios extranjeros. Según Nick Burns, director político de EEUU, la resolución que fijará «el marco de la independencia» llegará, como tarde, en mayo.
Moscú pide diálogo
«El pueblo de Kosovo va a saber dónde está su futuro y cuál va a ser su estatus, y Estados Unidos apoya la propuesta para la independencia tutelada», dijo Burns durante un encuentro con periodistas en Bruselas. «Ocho años después de la guerra y de la limpieza étnica de Milosevic de un millón de albanokosovares, Kosovo tiene la oportunidad de convertirse en un lugar normal y pacífico», comentó. El subsecretario de Estado reconoció que la posición de Rusia es «complicada», aunque espera debatir «muy abiertamente» con el Kremlin.
De momento, Moscú demanda más charlas para conseguir un acercamiento entre las partes y una solución de «compromiso», incluso con un nuevo mediador. Tras más de un año de negociaciones, Serbia rechaza sin matices la independencia de Kosovo, que considera «ilegal» e «inaceptable».