E.ON concretó ayer una mejora de su OPA sobre Endesa elevando a 40 euros su oferta por acción. Caja Madrid, que tenía que pronunciarse sobre esta OPA, anunciaba un acuerdo para venderle su 10% dentro de dos años, pero garantizándose por un lado sus derechos de voto hasta entonces y, por otro, la subida que en ese tiempo pueda experimentar el valor, algo que no está al alcance de cualquier accionista.
Paralelamente, tras darse a conocer la oferta definitiva de E.ON, Enel y Acciona anunciaban de forma conjunta su intención de pagar al menos 41 euros por cada título de Endesa «tan pronto como sea legalmente posible». La semana pasada, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió durante seis meses cualquier anuncio de una segunda OPA para no condicionar la oferta vigente.
Con la propuesta concreta de E.ON sobre la mesa y la promesa de Enel y Acciona, el consejo de administración de Endesa se reunía y acordaba por unanimidad recomendar públicamente a los accionistas que acudan a la OPA del grupo alemán.
Coincidiendo con la mejora de su oferta, E.ON ha iniciado una ofensiva en el terreno legal para impedir que haya segunda vuelta. Por eso ha denunciado ante la CNMV a Enel y Acciona por presuntas irregularidades, que van desde el abuso de mercado al uso ilícito de información privilegiada. El grupo alemán no está conforme con que se suspenda sólo temporalmente una segunda OPA y exige que el organismo regulador la prohíba. La CNMV ratificó anoche, tras una reunión maratoniana, su posición de no autorizar la oferta de Enel y Acciona hasta dentro de seis meses.
Por lo pronto, E.ON ha conseguido un éxito parcial al ganar un aliado como Caja Madrid. La caja asegura que con su apoyo ha «salvado» para los accionistas minoritarios la OPA a 40 euros por título, también que la compañía no será troceada y que la sede se mantendrá en Madrid. Aunque Enel y Acciona disponen de un mayor número de acciones (24,9% y 21%, respectivamente), al estar los derechos políticos restringidos a un máximo de un 10%, se configuran ahora dos grandes bloques en Endesa: frente al hispanoitaliano, que controla un 20%, surge la alianza entre E.ON y la caja madrileña. De esta forma, el presidente de la eléctrica, Manuel Pizarro, que ya ha mostrado sus preferencias por la opción alemana, sigue manteniendo una posición de privilegio. El mercado acabará rompiendo a buen seguro el actual empate técnico en Endesa, que podría obstaculizar la toma de decisiones estratégicas.
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