PATRICIA DEL GALLO
Luis Riera, el primer alcalde de la ciudad de Oviedo tras la instauración de la democracia falleció el pasado sábado a los 83 años. La muerte de Riera, al que se le conocía como el alcalde de la Transición ha sorprendido a todos en Asturias ya que a pesar de su edad, su salud y su lucidez no hacían presagiar algo así. Sin embargo un derrame cerebral acababa con su vida este fin de semana. Por su capilla ardiente, situada en el salón de Plenos del Ayuntamiento de la capital, donde tantos momentos había vivido, pasaron cientos de ciudadanos anónimos y de políticos de todos los partidos, incluido alguno de sus más férreos opositores para rendir un último y sentido homenaje. Un hecho que demuestra que Riera era un hombre cordial que se había ganado en la política y en la vida, el respeto de todos.
Se presentó a alcalde de Oviedo en las primeras elecciones de 1979 por UCD y ganó. Ejerció su cargo hasta 1983, fecha en la que fue sustituido en las urnas por el socialista Antonio Masip. Había estudiado derecho en la Universidad de Oviedo y había ejercido de letrado antes de entrar de lleno y para siempre en la política. Como letrado ejerció varios cargos en el Colegio de Abogados de la capital. Padre de cuatro hijos, había enviudado hace unos años. Uno de los tragos más amargos de su vida, según relató en alguna ocasión. Por eso últimamente a Riera, un hombre alegre y siempre de buen humor, se le notaba apesadumbrado. Aún así, su vida social seguía activa.
Riera fue, además de alcalde, presidente del Centro Asturiano, un complejo de ocio al que pertenecen cientos de asturianos. Y algunos dicen que su actuación al frente de la institución la ha convertido en un referente en la región. Además fue presidente de la Sociedad Ovetense de Festejos. Tampoco dejó de lado en su vida el deporte ya que fue vicepresidente del Real Oviedo en la mejor etapa del equipo, en la que éste alcanzó la primera división. Como alcalde, uno de sus mejores logros en este terreno fue sin duda conseguir que la ciudad de Oviedo fue sede del Mundial de fútbol de 1982.
Como alcalde consiguió también la construcción de la ronda Sur y que mejorase el servicio de suministro de agua para que los ciudadanos no tuvieran que padecer los entonces habituales cortes. A Riera algunos le han puesto el calificativo de «alcalde de la concordia» porque en los difíciles tiempos en los que le tocó gobernar y hacer política, supo hacerlo para todos. Por ello consiguió, como ahora recuerdan algunos, que «hasta sus adversarios hablaran bien de él».
Quizá por aquella concordia reinante, varios de los miembros de aquella primera corporación municipal, seguían reuniéndose al menos una vez al año para recordar viejos tiempos. Pero él había logrado que hasta en la discrepancia política, reinara el consenso y fue querido y respetado por el centro, la derecha y la izquierda.
Quienes le conocieron recuerdan estos días que este regidor encarnaba el espíritu de la Transición. En sus últimos años fue colaborador y jurado de los Premios Príncipe de Asturias y seguía viviendo de lleno la actualidad de la ciudad.
Luis Riera, ex alcalde de Oviedo, nació el 11 de abril de 1923 en Infiesto (Asturias) y murió en Oviedo el 23 de marzo de 2007.
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