AMADEU GARCIA
BARCELONA.-
Ni siquiera la villa para los atletas que decidió incluir la candidatura de Barcelona para organizar los Mundiales de Atletismo de 2013 permitió que la propuesta catalana se llevara el gato al agua en Kenia. Los argumentos económicos y mercantiles, especialmente los 30 millones de dólares que aportará un banco ruso, ampliables a 70 con la participación de otras empresas, contribuyeron a que Moscú terminara por desbancar finalmente a la petición barcelonesa. Aunque para los moscovitas el premio fuera casi de consolación. Su gran aspiración eran los Mundiales de 2011, cuya sede también fue anunciada ayer por la Federación Internacional de Atletismo. Una designación con sorpresa: la ciudad surcoreana de Daegu. Brisbane, tal vez la más seria de las cuatro, se quedó también sin nada.
El alcalde barcelonés, Jordi Hereu, que se desplazó a la localidad keniata de Mombasa como miembro de la delegación que debía defender la candidatura de Barcelona, se mostró decepcionado por el resultado final de la votación, aunque valoró las posibles enseñanzas que pueden derivarse de ella. «Normalmente, nunca se logra nada a la primera, pero todo esto nos servirá para el futuro», recalcó.No quiso confirmar si se optará a los Mundiales de 2015, aunque sí señaló que la ciudad peleará en el futuro por conseguir este evento, dado que ésta es «la única gran competición que Barcelona todavía no ha organizado».
Peso económico
Hereu, no obstante, lamentó que el factor económico haya ganado un peso decisivo a la hora de decantar la elección de una sede para organizar un evento deportivo. «Había dos ciudades que expresaban un modelo de atletismo vinculado a la ciudad y otras que apostaban más por la promoción económica. Al final, ha ganado este último modelo», señaló el alcalde de Barcelona.La propuesta de Moscú ante la Federación Internacional de Atletismo incluyó como incentivos de última hora un acuerdo de patrocinio por valor de 30 millones de dólares con un banco ruso, VTB, ampliables a 70 millones en función de la participación de diversas empresas, la construcción de un nuevo estadio con capacidad para 24.000 personas y la creación de un campamento de atletas dos semanas antes de iniciarse la competición, entre otras medidas.
La derrota final de Barcelona en la carrera por los Mundiales de Atletismo 2013 también se lamentó desde las filas de CiU y el PP. Xavier Trias, presidente del grupo municipal de CiU, recalcó que la ciudad debe volver a pelear por organizar este evento en el futuro. Alberto Fernández Díaz, presidente del grupo municipal del PP, por su parte, aseguró que no desea hacer electoralismo cuando a la ciudad no le salen bien las cosas, aunque deslizó que Hereu «parece estar gafado».
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