Según el magistrado Luis Rodríguez Vega, «aunque exista un acuerdo sobre los puntos esenciales de un contrato, como en el presente caso, es imprescindible que las partes decidan vincularse contractualmente y para ello su consentimiento tiene que abarcar todos los puntos que incluya el contrato».

A Messi le unía con American Nike un contrato en 2005, que le vinculaba con la multinacional pero reconocía expresamente que «tan pronto como fuera posible» negociarían los términos y condiciones adicionales para concluir un contrato detallado.

El jugador argentino dejó de usar la indumentaria de Nike que llevaba desde entonces al llegar a un acuerdo más ventajoso con Adidas, a finales de enero de 2006, llegando a calzar la firma alemana en los entrenamientos del 30 y 31 de enero del año pasado, en los partidos Barcelona-Zaragoza de Copa del Rey y en el encuentro liguero ante el Atlético en el Camp Nou.

La sentencia entiende que «el objeto del contrato estaba pendiente de determinar en todos sus detalles y, por otro lado, las partes no se reconocieron la facultad de exigir la celebración del contrato definitivo propia del precontrato».

Por otra parte, la resolución judicial recuerda que Nike se dirigió también contra Adidas por entender que la firma alemana había inducido a Messi a infringir el contrato.

Según el magistrado, sin embargo, la falta de contrato «hace imposible que se pueda calificar como desleal la conducta de Adidas, que se ha limitado a hacer una oferta económica superior a la de Nike por los derechos de imagen del juzgador Lionel Messi».