LUIS ALEMANY. Enviado especial
CARTAGENA DE INDIAS.-
La Asociación de Academias de la Lengua Española, con la Real Academia Española al frente, inició en la década de los 90 un ambicioso programa para renovar su corpus normativo. Su primer fruto fue la aparición de la vigente revisión de la Ortografía española, presentada en 1999.
Este trabajo anticipó la redacción de la Nueva gramática española. Por el camino ha habido tiempo de conocer herramientas valiosísimas como el nuevo Diccionario de Dudas, el Diccionario panhispánico y el Diccionario para estudiantes. Sin embargo, ese proceso de renovación sólo está en la mitad del camino.
'Diccionario de americanismos'.
De todos los proyectos, es uno de los más avanzados. Las academias aseguran que ya tienen completado en un 88% el lote de 100.000 americanismos (voces del español surgidas en algún país de América) e indigenismos (voces del español procedentes de las lenguas amerindias; por ejemplo, chocolate). Los criterios de aceptación exigen el uso de las voces en más de un país americano (informalidades, por supuesto incluidas); sin embargo, la puerta está abierta a los arcaísmos.
'Diccionario histórico'.
«La gran deuda pendiente de las academias del español con su idioma» y «el gran proyecto actual de la RAE», según Víctor García de la Concha. Arrancó en 2000 con el asesoramiento de los responsables de otros históricos como Trèsor de la Langue Française o el Oxford english dictionary y pretende narrar el recorrido vital de 150.000 voces que emplean los hablantes del español. La Real Academia Española espera haber completado la obra en 2013, cuando la institución cumpla 300 años.
'Nueva ortografía'.
El proyecto de la renovación completa de la Ortografía, otra cuenta pendiente de las academias, es lo próximo (primavera de 2008) en la agenda de las academias. El libro espera ser «mucho más exhaustivo» que su antecesor, según técnicos de la Real Academia; su extensión prevista, 2.400 páginas, indica que la RAE está en el camino.
Gramática.
La Nueva gramática no llegará a las calles hasta 2008. «El trabajo que queda ya es mecánico», aseguraba estos días a EL MUNDO Ignacio Bosque, académico y coordinador de este proyecto.
Miniaturas.
En paralelo a todos estos ambiciosos proyectos, las academias trabajan también en la redacción de obras divulgativas de pequeño formato que difundan su trabajo y el conocimiento del idioma. Es el caso del Diccionario abreviado del estudiante, recién editado por la Academia Argentina, y de un diccionario de bolsillo que sintetice el DRAE.
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